martes, 19 de noviembre de 2013

¿Qué hacemos ante una realidad que parece desquiciada y fuera de todo equilibrio?

¿Qué hacemos ante una realidad que parece desquiciada y fuera de todo equilibrio?

Dedicado a mi amigo Mario Jaraz

El mundo se ha vuelto extrañamente aferrado a la idea de la falta de importancia de las cosas importantes, como si una fantasía se hubiese apoderado de la vida.
Es importante para el mundo el dinero, la posesión de cosas, el excesivo pragmatismo occidental, donde parece que todo está dominado y subordinado a aquellos que ostentan poder.
Los poderosos políticos, y los poderosos empresarios, y los poderosos banqueros, y los poderosos especuladores, que nos dicen cuando podemos disentir y cuando no, que nos conviene leer y que no, de qué lado de una supuesta pared debemos estar, en manos de quien debemos dejar nuestras decisiones, para las que no estamos convenientemente preparados.
Se nos dice que no podemos opinar de economía, porque no estamos lo suficientemente formados, porque para eso están los economistas profesionales, que saben de eso, más que nosotros, y que ellos harán lo que saben hacer con nuestro dinero, “NUESTRO DINERO”, sobre cuyo destino no podemos opinar.
Los politólogos, nos dicen que debemos opinar, y nos enriquecen obnubilándonos con discursos, tan confusos como las ideas que profesan, algunos no dicen que la culpa es del estado, otros que la culpa es de los otros, de los de allá y de los de acá también, y a lo mejor de algunos del otro lado, que son evidentemente responsables de lo que aquí sucede, pero que nosotros debemos hacer lo que los opinadores nos dicen, votando a quien nos recomiendan, porque no estamos capacitados para pensar que es lo que nos conviene hacer como ciudadanos, aunque se trata de nuestra vida, “NUESTRA VIDA”, sobre cuyo destino no podemos opinar, porque no sabemos. 
Los Políticos Democráticos, Sociales, Liberales, de Derecha, de Centro y de Izquierda, nos dicen que es preferible que no elijamos a quien queremos que nos represente, porque es mejor dejar descansar en ellos nuestras responsabilidades civiles, que ellos saben que es lo que queremos, y si es así para que vamos a perder el tiempo votando, si total con que ellos decidan es suficiente, para que nos vamos a molestar asumiendo pesadas responsabilidades que tienen que ver con el proceso decisorio, aunque se trate de nuestro pensamiento, “NUESTRO PENSAMIENTO”, sobre cuyo destino no podemos opinar, porque no sabemos.
Un señor de impecable traje de alpaca inglesa, abogado, me dice que debo dejar la ley y la justicia en sus manos, porque no sabemos que es la ley y que es la justicia, y como no sabemos, es preferible que el la administre de la forma que más le plazca, total para que voy a preocuparme, si para eso está el, que estudio para decirme, a mí, a todos,  como debo vivir ordenadamente en una sociedad, mientras tanto libera Asesinos, Violadores, Secuestradores, pero como yo no sé cómo se hace justicia, no poder formar parte de un jurado, aunque se trate de mi necesidad Justicia, “MI NECESIDAD DE JUSTICIA”, sobre cuyo destino no podemos opinar porque no sabemos.
Mientras tanto nuestro país genera Generaciones de analfabetos, porque ninguno de ellos sabe qué hacer con la educación, entonces improvisas, con mis hijos, con tus hijos, con los hijos de todos; pero los de ellos van a las mejores escuelas, con el dinero que nosotros les pagamos, puntualmente.
Un señor me dice por televisión que lucha denodadamente contra el narcotráfico, y en ese  mismo momento un patrullero pasa por la esquina de mi casa en el mismo instante que un grupo de muchachos vende marihuana en ese lugar; y no se detiene, dice que le falta la autorización de un  juez, que a esa hora seguramente esta cenando en familia, o durmiendo, y aunque tampoco sabemos si es cierto que es tan necesario.
Otro señor nos dice que el agua es un derecho, que la nación ha firmado convenciones internacionales sobre eso, y que se está trabajando para preservar los recursos naturales, para que el agua sea un recurso para todos, al mismo tiempo que la Barrick Gold vierte toneladas de cianuro en los ríos, Monsanto, millones de litros de pesticidas contaminantes que llegan al agua, para no seguir ahondando; mientras tanto miles de personas mueren de Sed.
En otro lugar nos dicen que hay una preocupación genuina de la clase dirigente, por el estado en el que se encuentran los pueblos originarios, que es una preocupación de los legisladores y de ejecutivo, mientras tanto bandas de energúmenos inadaptados con alguna protección de vaya a saber quién (gobernante o empresario), matan atropellan, violan y golpean a nuestros hermanos, pero no podemos intervenir, ellos están preocupados.
En buenos aires un señor Durán Barba elogia a Hitler, y a Stalin, dos de los más grandes genocidas de la historia, le faltaría agregar a Mustafá Kemal, y a Roca, para completar el panorama de los genocidas, seguramente en otro país hubiese sido detenido por apología de la crueldad, aquí no, aqui asesora a un posible candidato a Presidente, y como si fuese poco asesora a algunos miembros de mi propio partido, un francamente despreciable y penoso acontecimiento.
En la Catedral de Buenos un grupo de personas que debieron haber sido expulsadas de la Iglesia Católica, irrumpen en una ceremonia de reconciliación entre Judíos y cristianos, recordando el momento inicial del holocausto, y como si fuera poco encuentran a un cura curiosamente e irresponsablemente, ¿chauvinista?, ¿Xenófobo?, ¿Racista?, no, mejor   FASCISTA, NAZI; que termina por justificar la vileza de la acción, ante el oído atónito de quien lo quiera escucharlo, haciendo caso omiso de las recomendaciones del Papa sobre el dialogo inter religioso.
Por otro lado los jubilados argentinos, principal preocupación de nuestros políticos, están atados un sistema tan corrupto, que no les permite vivir dignamente, que después de haber trabajado durante toda la vida, poniendo su trabajo para la mejor vida de las generaciones futuras, ni siquiera puedan elegir el medico que los atienda, sin tener que realizar pesados y terribles tramites, que convierten un sistema que pudiera ser simple y efectivo, en una maraña de tramitaciones Kafkianas dirigidas vaya a saber por quién; donde el dinero se pierde en los pasillos, en medio de dames y daretes, propios de un laberinto Borgeano.
En otro punto del país mis hermanos se mueren de hambre, y sufren el desempleo no tienen a nadie que los escuche y son usados de rehén por alguien que tiene el suficiente poder de repartir a discreción planes sociales, y que además les cobra por los favores.
En medio de una villa de emergencia ubicada al lado de un country club, hay conciudadanos excluidos de todo beneficio, y de alguna forma, utilizados por todos, políticos, empresarios, bufones mediáticos, punteros, clubes de football, etc, para los que hacen de todo menos intentar mejorar su vida para recuperar la dignidad perdida por imperio de la marginalidad.
Frente a una casa de un millón de dólares, hay una choza precaria donde en 20 metros cuadrados sin un baño vive una familia de 6 personas, que sobrevive recuperando basura, y alguien desde un diario me dice que no hay inmoralidad en la riqueza, pero no me dice que la inmoralidad consiste en que quien tiene riqueza posiblemente lo haya hecho a costa de la pobreza de otros, nadie me dice que ésta pobreza seguramente sea la contracara de los millones de hectáreas de tierra que se distribuyen pocas manos, solo para citar alguno de los desequilibrios de esta Nación.
Desde el fondo de los tiempos históricos, Castelli, Belgrano, Moreno me dicen que debemos tomar el destino en nuestras manos, ser libres, independientes, Ciudadanos solidarios y responsables, Belgrano, Castelli, Moreno, Alem, Irigoyen, Rojas, Illia, Larralde, Lebhenson, el propio Alfonsín, nos hablan de solidaridad social, integración, libertad, democracia, decencia, sacrificio, ética, todas aquellas cosas que hacen al tejido social de la Nación, aunque mientras tanto veo cómo se reparten el estado a valor de desguace, entre interminables filas de funcionarios de todo signo, que han tomado el poder como propio, y decidieron disfrutar de sus beneficios dándonos la espalda a los ciudadanos.
La historia pasada nos pide a gritos, ¡Háganse cargo!, ¡sean responsables!, ¡No transen!, ¡No se dejen avasallar por la prepotencia del poder!, pero nosotros seguimos aquí, sentados esperando que algo ocurra, adormecidos, como autómatas sin conciencia, que solo esperamos algo de alguien, ¡que alguien se haga cargo, que alguien haga algo!.
Es necesaria una gran reparación política en nuestro país, mucho más grande que la que encabezo Irigoyen, Hay que reconstruir el tejido social que nutre y hermana  a los pueblos, hay que reconstruir la educación, integrar el país, comunicarlo nuevamente, hermanarnos con nuestros compatriotas, construir nuevamente una sociedad Justa.
Posiblemente sea necesario un gran pacto ético entre los ciudadanos, que nos asegure que el país va a ser dirigido por personas que han sido realmente legitimadas por la sociedad, y que asuman como una regla personal la obligación de conducirse con ética, que san moralmente responsables, que se asuman como interpretes reales del deseo de felicidad de la sociedad, que suma como una obligación cumplir con las obligaciones por la razón de ser del estado, La felicidad de sus habitantes.
Todo esto requiere que nosotros como miembros de esta sociedad seamos responsables y artífices de nuestro propio destino, entendamos que a la hora de gobernarnos,
-La justicia es demasiado importante para dejarla solo en manos de los jueces
-La ley es demasiado importante para dejarla solo en manos de los abogados,
-La salud Pública es demasiado importante para dejarla solo en manos de los médicos,
-La educación es demasiado importante para dejarla solo en manos de los maestros,
-La Economía es demasiado importante para dejarla solo en manos de los economistas,
-Gobernar es demasiado importante para dejarlo solo en manos de los políticos,
Nosotros, los ciudadanos somos los diseñadores de la nación, porque se trata de nuestra vida, de nuestros hijos, de nuestro futuro, como dijo alguna vez el Presidente Illia, todos hemos tirado una piedra, nuestra indiferencia ha sido la más pesada de todas, pero la sociedad tiene el privilegio de la indemnidad, de no sufrir las consecuencias, pero esta es la hora en que debemos a empezar por levantarla.

Posiblemente sea un sueño, posiblemente sea poco posible, pero es mucho mejor intentar construir el sueño, que negarlo y seguir durmiendo.

domingo, 13 de octubre de 2013

Es hora de asumir la madurez, ¿si no, cuando?

La democracia es un sistema que solo puede afirmarse en una sociedad cuando es parte de una construcción común, solo puede haber democracia cuando existe en la base social un verdadero compromiso democrático, la sociedad establece como parte de la propiedad de cada individuo el derecho de decidir y de ser consecuente con su decisión, y por esas cosas del republicanismo de elegir y ser elegido.
Vaya novedad, diría cualquiera, pero parece que esto siempre es una novedad y que hay que decirlo permanentemente, porque los dirigentes pareciera que creen que “la democracia solo es posible cuando es dirigida por un cenáculo iluminado de personas altamente preparadas para ejercer el mando del país”.
El problema es que cuando el cenáculo altamente preparado para dirigir bla.., bla.., bla.., no solo, no esta tan preparado, sino que además, no participa de la misma convicción intima del ser democrático, es decir solo espera que democrático sea el otro, que está (por supuesto) equivocado, malamente equivocado, salvajemente equivocado, neciamente equivocado, etc., pero siempre equivocado; lo que por consecuencia implica que la verdad es de él, y de nadie más, y por supuesto puede pararse frente al pulpito haciendo campaña con el dinero que todos le aportamos y decirnos como es que nos va a solucionar nuestros problemas, en tanto y en cuanto lo elijamos solo a él.
No hay hasta aquí problemas por cuanto todo esto es parte de la lucha política, que es por sobre todo la lucha por el poder, el problema es cuando el/los miembros del cenáculo de elegidos creen que, como el democrático debe ser el otro no es necesario someterse a la posibilidad de elección, por que como uno es democrático, no es necesario probar de la fuente de la democracia.
Parece un intríngulis, ser democrático es un derecho y una obligación de todos, pero para algunos parece que solo es un derecho que no conlleva obligación alguna.
Pero toda esta introducción pesada y perogrullesca, viene a cuento de otras cosas que resultan altamente llamativas, como los problemas endémicos que arrastra nuestra sociedad, y que algunos medios, parece que han descubierto hace unas semanas, y solo porque estamos ante un escenario electoral que parece propicio para cargar al gobierno de culpas, las propias y las que arrastramos como sociedad desde hace unos 203 años de vida libre, y unos pocos menos de independiente.
El Ingeniero Mario Jaraz, dirigente radical chaqueño, hizo hace unos pocos días una observación seria y un severo análisis de las cuestiones que hacen a que estos problemas endémicos continúen, a lo largo del tiempo. En una parte de su comentario dice textualmente: “…resulta imprescindible re-elaborar, re-fundar y re-diseñar nuestro sistema educativo, sus contenidos, sus formas y sus métodos. Plantear cuales son los verdaderos objetivos y que es lo que pretendemos obtener de ellos. Dejar de olvidar que para que la educación tenga éxito es preciso que exista salud, que para que exista salud es imprescindible de que todos y cada uno tenga sus necesidades básicas cumplidas y con calidad, que...estoy escribiendo sobre utopías, me había olvidado de que en nuestro país existen indigentes, gente que no tiene vivienda propia, no puede acceder a la educación, tiene mala salud producto de la falta de los elementos precisos que aseguren un buen nacer y crecer, es decir faltan elementos básicos y elementales que no deberían faltar en ninguna sociedad que tenga interés en mirar el futuro buscando en él el bien común y el bienestar. Son los problemas endémicos que arrastramos desde hace mucho y que desde hace mucho no se solucionan, porque, aunque no nos guste decirlo, aunque muchos puedan ofenderse, aunque seguramente habrá quienes se enojen, es improbable que de cuerpos políticos que han hecho de la prebenda, el asistencialismo y el clientelismo una manera de practicar la política, debido a sus propios problemas de formación, no podemos esperar otra cosa. “
Estos problemas endémicos que arrastramos permanentemente, son el producto, en definitiva de una sociedad, que elige mirar hacia otro lado cuando se trata de solucionar problemas sociales, y que, en el fondo, cree que se solucionan haciendo alguna donación a UNICEF una vez por año, sin advertir que todos los problemas sociales de nuestro país afectan a toda la sociedad, sin exclusiones, por acción, omisión o consecuencia.
La cuestión es que en nuestro país, el “más culto de la América”, no hemos logrado conseguir llegar a un acuerdo suficientemente amplio como para que podamos establecer un sistema político y social que impida que la pobreza nuestra de cada día esté cada vez más cerca de nuestra puerta, y no lo hemos hecho por falta de ejemplos, sino que en el fondo hemos perdido el concepto de solidaridad social.
Las naciones democráticas dependen para su funcionamiento de un lazo social y solidario, entre sus ciudadanos, que permita establecer un piso ético y moral con un estándar tan alto que contemple, por ejemplo que ningún político en carrera pueda mentir, y que las promesas de campaña son un contrato firmado con el pueblo, que debe ser cumplido, un estándar tan alto que impida que un funcionario se enriquezca a costa del trabajo de todo el pueblo, un estándar tan alto, que obligue a que las elecciones internas de los partidos políticos sean realmente internas, y las cuestiones se resuelvan por el voto, y no por “consensos”, logrados en cuartos poco iluminados con poca gente, que se arroga una representatividad casi unánime.
Los estándares éticos y morales los debe establecer la sociedad,  en forma excluyente del sistemas de partidos, de tal forma que cualquier partido político que llegue a ocupar el poder deba cumplirlos, aun a costa de su popularidad.
Cualquiera diría que esto es propio de los países escandinavos, o de sistemas políticos cuya estabilidad es tan antigua, que no corre ningún peligro, es entonces señores que vuelvo a preguntarme, ¿es cierto que nuestro país es el más culto de América?, un pueblo que no puede llegar a conseguir el mínimo acuerdo, aunque por su cultura conoce el ejemplo de países que ya lo han logrado, evidentemente no es el más culto de América, posiblemente sea el más pretendidamente culto, que no es lo mismo.
La estabilidad política solo es posible si existen estos estándares, a cumplir, para esto se depende de los empresarios, los sindicalistas, los profesionales, los ciudadanos comunes, los estudiantes, los obreros, los comerciantes, los partidos políticos; y que todos, más que dispuestos a tomar una porción mayor en la mesa de negociaciones, estén dispuestos a ceder posiciones, en esa misma mesa, para establecer cuál es el camino por el que debemos seguir.
Si, Posiblemente sea propio de los países escandinavos, pero también es propio de hombres dignos, que pertenecen a un solo pueblo y a una sola nación.
Este es el inicio del camino de la integración definitiva de la sociedad, que es el único que nos puede sacar del pozo moral en el que hemos caído, la culpa no la tienen los negros, ni los judíos, ni los turcos, ni los paraguayos, ni los bolivianos, ni los………
La culpa es de nosotros mismos, que nos permitimos, por ausencia de responsabilidad, poner los gobiernos en manos de quienes seguramente, no tienen intenciones de llevar al país al sitial que su pueblo merece, por trabajo y por capacidad.
Ternemos como dijo alguna vez el presidente Illia, el privilegio de la indemnidad, de no afrontar las consecuencias de haber arrojado una piedra, de haber abonado a la situación, pero todavía no entendemos que esa indemnidad no dura para siempre, y que las consecuencias de nuestra ausencia como sociedad, han sido cada vez más graves, y más dolorosas.
Es necesario para el país, y para nosotros como sociedad, ponernos de acuerdo, fijarle al Estado que debe representarnos, cuales son los estándares sociales que queremos, la excelencia educativa, las condiciones de trabajo, la excelencia educativa, la forma de redistribución del ingreso, el limite a la rentabilidad excesiva, porque si no, no habrá posteridad.
Los problemas que desnudaron las sequias del norte, las inundaciones del centro, la mega minería del oeste, la exclusión de los pueblos originarios, la discriminación velada, y tantas otras cosas que vendrán, desnudan el verdadero carácter moral de nuestro país y de nosotros mismos, La pobreza que solo miramos cuando aparece en los noticieros, es la madre de la violencia, porque la inmoralidad de la exclusión es la madre de todos los delitos.
Va siendo hora que nos indignemos, pero de verdad, y que como ciudadanos comencemos a presionar por el cambio de las cosas, antes que las generaciones venideras nos cuestiones, como alguna vez lo hicimos ante nuestros mayores, donde estábamos cuando se llevaron el país.
Sin violencia, pero usando toda esa cultura de la que decimos ser dueños, comencemos a cambiar las cosas, un hombre semidesnudo encendió la chispa que liberó a un país, un pastor afroamericano les dio voz a los que no tenían, y los levanto de la postración, ¿nosotros seremos capaces de hacer algo, de una vez por toda, y por nosotros mismos?
En un país tan grande como el nuestro, pereciera imposible lograr este tipo de coincidencias, aunque siempre hay que empezar por algún lado, ¿porque no empezar por los organismos más básicos del país, los barrios, las comunas, los municipios?, donde podemos hacer que las cosas sean visibles, y las metas alcanzables, porque no exigir a cada municipio que la sala de primeros auxilios sea mejor que el consultorio privado, que el hospital nos de mejor calidad de salud que la clínica,  que la ayuda social que llega no solo sea el reparto clientelar, sino que verdaderamente tenga el contenido de recuperación necesaria, para que quien la recibe pueda afrontar con la frente alta el desafío de salir adelante, para terminar con el clientelismo político, dándole la espalda a quienes ven al ciudadano solo como mercadería electoral, que la enseñanza pública sea mejor que la privada en todos sus niveles, para que nuestros profesionales sean el ejemplo de excelencia a donde se deba mirar, que el empleo público implique mayores exigencias que el privado, porque el estado es la defensa natural contra los abusos de las empresas.
Creo que va siendo hora de calzarnos los pantalones largos, no somos un pueblo inmaduro, como nos quieren hacer creer todavía, somos un pueblo que pasado en los últimos años por atrocidades espantosas, hemos alcanzado la madurez por la fuerza, no podemos dejar que nos lo arrebaten, que nos vuelvan a intentar colonizar de individualismo, no podemos volver a creer en aquella mentira liberal del punto de partida igual para todos, ni en la mentira de esta ayuda social que pretende ser inclusiva y que solo busca el apoyo electoral.
Hemos caído en todos los órdenes, y solo desde la base de la sociedad se puede recuperar la excelencia educativa, y retomar el camino que nos ponga en la senda de la integración social, del desarrollo, y del bienestar real, pero eso, por supuesto no dependerá de los gobiernos, sino de nuestra propia responsabilidad como empleadores de esos gobiernos.

El verdadero resurgimiento de nuestro país como nación depende de todos nosotros, ejerciendo nuestras obligaciones y derechos como ciudadanos, mancomunados, dueños de nuestro destino y constructores de nuestro futuro.- 

jueves, 26 de septiembre de 2013

Una nota sobre Santiago del Estero

Que un Juez civil declare la nulidad de un artículo de la constitución, cuando ese artículo viola el derecho a las libertades civiles, como la libertad de expresión, el derecho de reunión, el derecho a elegir, o intenta corporativizar las instituciones de la República, y suplantar la democracia por otro sistema dañino y ajeno a la voluntad de las personas, puede ser considerado hasta un acto de valor contra un poder que pretende ser único, excluyente, y dictatorial.
Cuando la sanción de inconstitucionalidad es para condenar la aplicación de un sistema que pretende convertirse en aristocrático y oligárquico, excluyendo del derecho a ser parte importante de la decisión, condicionando el ejercicio de la democracia, es sin lugar a dudas un acto de heroísmo, que pretenderá preservar la democracia republicana que se concibió como un bien común para todos los ciudadanos.
Ahora la pregunta es, si un juez declara la inconstitucionalidad de una disposición de la constitución, que expresa la voluntad univoca de los convencionales, que además busca sostener y preservar el principio de alternancia en el poder, forma de impedir que un mandatario se eternice en el poder y convierta el gobierno en una tiranía, es cuando uno se pregunta, ¿puede un juez dictar un fallo que viole la voluntad univoca de todos los legisladores, permitiendo que un mandatario continué en el poder violando el principio de alternancia, consagrado por los constituyentes?, ¿puede un juez permitir con un fallo que la democracia se convierta en una farsa, que le permita a alguien consagrarse como el único interprete de la voluntad popular?.
Según ocurre en Santiago del Estero, parece que sí, parece que la justicia está al servicio de un mandatario, para permitirle que se perpetúe más tiempo en el gobierno condicionando la política futura, solo porque no está conforme con el artículo que limita la cantidad de mandatos a dos, y que además el mismo acepto y juro obedecer, cuando se reformo la constitución santiagueña.
La excusa de la popularidad no es válida, para pretender ser indefinidamente reelecto, la república, la democracia y la libertad exigen que el poder cambie de manos, para que nadie se crea infalible, ni dueño de la verdad.
La alternancia preserva la salud de la república, permite que la igualdad de oportunidades se aplique a la política, porque impulsa la renovación de los aparatos partidarios, mantiene la atención del pueblo sobre el quehacer de la cosa pública.
La renovación política en la argentina, parece la quimera del oro, todos los dirigentes políticos creen que ellos, y solo ellos han sido predestinados por mandato divino a ser los portadores de las soluciones que darán bienestar definitivo al pueblo argentino. El problema es que el pueblo argentino descree de las soluciones mágicas de los próceres políticos de la actualidad.
Seguramente Santiago del Estero no es la excepción a esto, y a pesar de la popularidad del Gobernador Zamora, Popularidad que con el uso discrecional de los fondos públicos no es difícil de conseguir, es saludable para el sistema republicano, que termine el mandato al que está autorizado por la constitución, y se vaya a su casa a esperar pacientemente el veredicto de la historia, a la que ya ha entrado, y no que intente quedarse ya no como gobernador, sino como dueño de la provincia.
Sumado a este intento de quedarse con el Poder, el Gobernador Zamora, pretende hacer uso y abuso de la estructura política del radicalismo, al que ya no pertenece, para sostenerse políticamente, y sumando a su propia sumisión al gobierno nacional, al de un partido centenario, que se caracterizó por no ser títere de ningún gobernate, ni siquiera salido de su propia estructura.
Lo más grave de esto es que como si fuese poco, la clase política nacional mira hacia un costado, como con indiferencia sin ejercer ningún acto de condena categórico, que ponga a los ciudadanos en alerta, previniendo que este tipo de situaciones puedan ser imitadas por otros gobernantes de nuestro país.
Este Gobernador que se identifica a sí mismo como radical, pareciera que no ha aprendido ninguna lección de aquellas que dieron nuestros mejores hombres, Alem, Irigoyen, Luna, Larralde, Sabatini, Illia, Alfonsín, nunca hubiesen utilizado su poder para torcer la constitución y la justicia, en su beneficio personal.

Señor Gobernador Zamora, Va siendo hora que se ponga Ud. a pensar que está violando el mandato de la constitución que Ud. hizo reformar,  poniendo el poder a su disposición y arbitrio absoluto. O será que Ud. pretende ser Rey y no se anima a confesarlo?

martes, 16 de julio de 2013

La planificacion, herramienta sine qua non de la politica

La planificación es una forma de hacer política que parece estar olvidada dentro de algunos partidos, pero es un ejercicio necesario y permanente, porque de la correcta planificación se puede lograr el desarrollo de una nación.
Esto es válido para cualquier estamento de gobierno del que se trate, puesto que la ciudadanía deposita en los hombros de sus representantes el proceso de gobernar para lograr aquel objetivo para el que los designó, y este es uno de los graves problemas que han tenido los partidos de la oposición a la hora de poder “enamorar” al ciudadano alrededor de una propuesta.
La falta de un proyecto integrador, global y planificado, es siempre advertido por la ciudadanía que es la que determina, quién y, para qué gobierna, así es que actualmente la oposición no ha sabido hilvanar un proyecto que permita reemplazar al actual, puesto que muchas de las propuestas no pasan de ser solo enunciados de buenas intenciones, o una descalificación del espacio de otro; eso por una parte, y por la otra el intento de unir sectores políticos de diferente origen y posición ideológica ha impedido que se pudiesen elaborar propuestas opositoras consistentes y válidas, que se pudieran presentar como una alternativa válida al oficialismo.
Además, de esto y vale decirlo, La UCR ha perdido el liderazgo moral que ejercía sobre gran parte de la ciudadanía, cuando sus dirigentes comenzaron a hacer gala de un exceso de pragmatismo, que banalizó esta forma pura de hacer política, impidiendo que se pudiesen incorporar elementos necesarios para revertir el proceso de desencantamiento de la sociedad para con el radicalismo.
¿Pero que es planificar?; ¿Es solo el intento ordenado de darle a toda la sociedad las condiciones básicas de supervivencia necesarias para que el bienestar sea colectivo y no solo un logro individual?; ¿o se trata de crear las  condiciones de desarrollo económico necesario para que la economía provea de esas condiciones necesarias para la consecución del bienestar?
Planificar es hacer las dos cosas, crear las condiciones básicas para el bienestar general, y promover el desarrollo de la economía, incentivando la educación y la ciencia, estimulando la inversión en materia de industria y de producción de alto valor agregado, con empresas de capital nacional, que vuelquen sus recursos dentro de la economía local, para mejorar las condiciones básicas de crecimiento.
Alguna vez el Che Guevara critico a los técnicos, porque para ellos planificar era planificar la letrina, pero no planificar el desarrollo industrial de las Naciones de América latina, porque en realidad a las empresas cuyos intereses se defendía en la Alianza por el progreso, tenían como premisa la transferencia de recursos desde nuestros países hacia el mundo desarrollado, y las inversiones necesarias para el desarrollo estaban muy lejos de ser reales avances tecnológicos industriales que pusieran a nuestros países en un plano de competencia, embarcando a nuestros países en una aventura liberal que termino en el desastre económico de los 90.
Esa forma de  liberalismo capitalista nos ha dejado una triste enseñanza, el capitalismo necesita pobres, con bajos niveles de educación, porque esto permite establecer un mercado de mano de obra lo suficientemente barata para obtener altas ganancias, privilegiando el negocio financiero por sobre el negocio industrial, restringiendo el acceso de grandes sectores de la población al consumo, posibilitando un proceso excluyente de acumulación de riqueza.
El resultado de la implementación de este tipo de políticas económicas, arrojó como resultado un país con el 50% de pobreza, y una tasa de desempleo escandalosamente alta, donde los costos, debido a los bajos niveles de ingresos con relación a otros países, no permiten establecer márgenes de ganancia adecuados, ni precios óptimos que se adecuen a un nivel de ingresos adecuado a las realidades económicas mundiales, y por sobre todo a la cultura de consumo propia de los argentinos, con productos que en otras épocas estaban al alcance de todos, hoy solo están disponibles para sectores más pequeños de la población.
El desempleo creciente que caracterizo la década del 90, obligo a un estado que establecio este tipo de políticas liberales a disponer de recursos necesarios para el desarrollo, para paliar las desigualdades sociales crecientes que se produjeron en el país, es necesario recordar un hecho, a principios de los 80 era más fácil tener una casa que un automóvil, los valores de la propiedad eran accesibles para cualquiera que tuviese un trabajo estable con un ingreso promedio, esta ecuación hoy invertida, debido a la influencia del mercado, ha hecho casi imposible al sector popular acceder a la propiedad y a la vivienda como bien propio (solo por dar un ejemplo).
En el actual contexto mundial, la planificación es una herramienta esencial de la política, porque el bienestar general deberá ser la consecuencia del desarrollo relativo que el país alcance con relación al resto del mundo, pero este desarrollo relativo dependerá necesariamente de la capacidad de generar valor agregado, que pueda volcarse en el seno de la sociedad.
Este valor agregado dependerá de que el país cuente con una sociedad que haya satisfecho sus necesidades básicas, una sociedad que alcance un grado de capacitación y profesionalización suficiente, una plan industrial lo suficientemente ambicioso que promueva la recreación de una industria nacional, que invierta en el desarrollo de nuevos productos en forma tan eficiente y competitiva, que permita insertarlos en los mercados internacionales, basando su competitividad en la calidad.
Para atacar todos estos frentes es necesario modificar gran parte del comportamiento social, volviendo a crear un esquema social solidario donde, todos puedan ser incluidos e integrados, y que la ayuda estatal no se convierta en un fin, sino en un vehículo para el crecimiento social y el puntapié inicial de la recuperación.
La educación del pueblo es la otra herramienta necesaria para lograr ese crecimiento social, a mayor educación mayores posibilidades de alcanzar los beneficios de un trabajo especializado, que provea al ciudadano de un ingreso acorde con sus necesidades y permita reducir paulatinamente los recursos destinados a la ayuda social, para volcarlos en más y mejor educación.
Lograr el desarrollo de industrias que provean un alto valor agregado a las materias primas, debe ser tomado como un objetivo primordial de cualquier estado moderno, puesto que para lograr el bienestar general se necesita de recursos que solo pueden provenir del valor agregado de la industria, que debe ser eficientemente productiva.
Todos estos frentes deben ser atacados casi al mismo tiempo, porque el tiempo es el factor más apremiante de la realidad política actual, el gobierno ha dilapidado el tiempo que tenía, no solo para corregir los efectos devastadores de la política de los 90, sino para producir un auténtico cambio en el comportamiento de la sociedad.
Ante la opción, el gobierno peronista, eligió tapar los problemas sociales a través del subsidio, y mantener las cosas en un estado neutro, antes que provocar un verdadero crecimiento, y utilizar ese subsidio como el medio para movilizar ese crecimiento socio económico, continuando además con una política que no logra elevar la exigencia educativa, tampoco consigue desarrollar mejores empleos, y tampoco eleva el nivel social que quien lo recibe, promoviendo la existencia de una sociedad clientelar, donde solo se pueda alcanzar cierta estabilidad a través del subsidio, que solo pueda conseguirse con la continuidad del gobierno.
Este esquema de poder actual, va a llegar a su fin, tarde o temprano, y el reemplazo lógico, va a ser el radicalismo, porque es el único partido que tiene, la distribución territorial necesaria, la capacidad intelectual de sus cuadros, y la aceptación social de sus dirigentes, lo suficientemente necesaria como para hacerse cargo.
Pero el éxito de una futura gestión radical, dependerá del planeamiento, orientado al desarrollo nacional, integralmente hablando, que permita trabajar en todos los aspectos de la vida nacional.
Ese gobierno deberá, perfeccionar la democracia, provocar los cambios sociales necesarios para integrar a toda la sociedad, desarrollar la educación y la ciencia, y movilizar la fuerzas económicas orientándolas al crecimiento del país, todo casi al mismo tiempo.
Esto solo será posible si se trabaja previamente en el ejercicio de la planificación, que debe ser nada más ni nada menos que un modelo integral de país para ponerlo a consideración de la sociedad, en la forma de un programa de desarrollo que se convierta en una política de estado, comprendida por la ciudadanía como la única forma de salir hacia adelante.
La argentina deberá convertirse en un país donde las políticas de estado orientadas al desarrollo nacional, no sean víctimas de los vaivenes políticos, sino el plan general de la nación, que nos convierta en líderes y ejemplo ante el resto de las sociedades del mundo.

viernes, 5 de julio de 2013

¿Porque volver a Illia?

Me lo he preguntado cómo una forma de expresar esta idea del Movimiento Arturo Illia, para que se entienda claramente que significa volver a Illia, porque no es solo un slogan o una expresión de deseos más o menos inocente, sino una íntima convicción que implica una decisión, una forma de conducta, una posición no solo ante la política sino ante la vida.

Volver a Illia implica una actitud de responsabilidad y transparencia, donde el pueblo ocupa el primer lugar entre las prioridades del estado, y la felicidad de la patria es el objetivo final, pero a través de una acción de gobierno que se apoya en la virtud del gobernante, esto es decir que, el gobierno se asume a si mismo como el ejemplo a seguir, y es el que se somete a las necesidades de la sociedad en una actitud de sacrificio en pos del bien común.

Esto es el resumen del gobierno del Dr. Illia, abrevar en las fuentes del más puro radicalismo, actuar con una forma de patriotismo profundo, donde el bien propio se cede en procura de lograr el objetivo del bien común.

La sociedad actual necesita que ese dirigente político, al estilo de Illia, viva, como dijo Alem, en una casa de cristal, para que el ciudadano pueda ver que existe una forma de ejercicio del poder alternativa, posible, donde la austeridad republicana, la democracia real, y la actitud progresista no sean solo un enunciado propio de una campaña, sino que sus dirigentes, asumen esto como una forma personal de transitar la vida.

Pero volver a Illia no es solo esto, volver a Illia es hacer un ejercicio político de renovación permanente para perfeccionar el sistema, ejercicio que surge de la propia transparencia y de la conducta de los dirigentes, que no se interpretan a sí mismos, de forma mesiánica y excluyente, sino solo como gestores y vehículos del progreso de la sociedad, y posibilitadores de la mejora permanente del sistema, obligándose a provocar incluso su propia exclusión en favor de renovar las estructuras políticas, obligando a la permanente modernización de las metodologías, sustentadas en las ideas originales.

Lo anterior implica una actitud personal de crecimiento intelectual, pero además, de un modo de generosidad extrema, que provoque que aquellos que vienen detrás puedan apreciar que la capacitación y la preparación, son el vehículo del cambio, y que asumir obligaciones de gobierno exige que el hombre político, no lo haga esperando aprender en el camino, esto es en definitiva una forma de renovación planificada, haciendo que la preparación de los futuros dirigentes sea cada vez más sólida, y el reemplazo esté en manos de hombres capaces de seguir adelante con la tarea.

Volver a Illia es también entender que no basta solo con esto, sino que la capacidad de asumir una función tiene que estar aparejada con la representatividad, y que el dirigente sea realmente representativo del sentir de la sociedad que espera, de él, soluciones, y que lo elige como intérprete de sus necesidades, y gestor de su progreso.

Implica el sometimiento al juicio de la voluntad popular, es parte de la actitud de entrega del dirigente, someter sus ideas y su persona a la valoración de la sociedad, permitiendo que la sociedad a través de su elección pueda discernir, y decidir cuál es la postura política más acorde a sus aspiraciones, y en donde el individuo ve reflejadas sus aspiraciones. Eludir el juicio electoral, es una actitud personal que implica, en sí misma, la falta de transparencia en el accionar político, pero además la falta de confianza en el propio mensaje, y posiblemente, oculte intenciones que no se corresponden con el discurso que se proclama.

Volver a Illia, es comprender que la acción de un gobierno debe estar basada en los pilares de la entrega, la capacidad, y la representatividad. Hacer lo que se debe, es la premisa de cualquier político que se interprete como un seguidor de estas ideas, entender que no se hace política, y mucho menos se gobierna, improvisando, o haciendo solo lo posible.

Volver a Illia, implica que el gobierno debe ser una consecuencia de la actitud personal, y del mismo modo que se planifica la vida personal se planifica el gobierno, y se lo orienta hacia la consecución del objetivo final, la felicidad común. Y esto debe ser la consecuencia de acciones concretas que impacten socialmente primero e individualmente como consecuencia, encarando acciones que transformen la sociedad y la eleven hasta un estadío superior, pero no ejerciendo la actitud del mandón, sino gobernando, de forma que la planificación del progreso de la nación sea el producto de un consenso logrado interpretando el sentimiento de toda una sociedad.

Es necesario que el país comprenda que se debe volver a Illia, pero en términos reales, que se entienda que no solo debemos valorar al hombre bueno, o al apóstol de los pobres, sino que debemos volver a Illia de una forma políticamente concreta, donde podamos demostrar que se puede gobernar, progresar y hacer política; que la sociedad comprenda que la política es el único vehículo hacia la transformación y la mejora, y que vive en un sistema que se puede perfeccionar permanentemente.

Volver a Illia, es en definitiva la posibilidad de lograr un tipo de gobierno, donde ética, decencia, transparencia, entrega, progreso, desarrollo, integración, son realidades posibles, que van de la mano de la paz, la tolerancia, la democracia y la libertad.

Carlos Eduardo Gowland

viernes, 31 de mayo de 2013

llegar a cualquier precio, o ser radicales y reconstruir la identidad, ¿que es preferible?

Las ultimas noticias del mundo político pareciera que nos aterran y nos llenan de zozobra a los radicales, es como si estuviésemos en un barco en el punto del naufragio, y no sabemos con certeza si podemos salir a flote o no, además de no tener en claro cuál es el rumbo político que tenemos que tomar aquellos que formamos parte del arco opositor al gobierno, las últimas encuestas publicadas por las agencias más serias y organizadas del país difieren de algunas informaciones recibidas por parte del periodismo más interesado, y nos revelan algo que nos debe resultar profundamente significativo: a pesar de las denuncias y de los gravísimos hechos de corrupción denunciados, la gente no cree en la oposición, la imagen positiva del gobierno se sitúa en alrededor del 53%, y su competidor más cercano le sigue con un 30% de diferencia, pero además cuando la encuesta profundiza sobre la cuestión electoral, los números no arrojan cambios substanciales, lo cual es aún más preocupante.
¿Cuál es el problema que tiene hoy el arco opositor con relación a la política?, que la gente que se opone al gobierno actual, no solo no confía en el gobierno, sino que tampoco confía en la oposición, y que las denuncias de corrupción generalizada, no afectan significativamente la imagen positiva del gobierno, ni la intención de voto.
La oposición en a argentina se encuentra en un profundo dilema, puesto que parece que no puede encontrar una salida limpia que le permita ponerse en competencia, con el partido del gobierno, en parte porque no puede reunirse en torno a una estrategia común, porque no hay posibilidad de acordar programáticamente con sectores que no son ideológicamente afines, para muestra falta un botón, la Unión Alfonsín – De Narváez, resulto en un estrepitoso fracaso, que le ha costado al partido radical, quedar sumergido en una crisis de la que no puede salir, donde además el Dr. Alfonsín parece no comprender que su fracaso personal, del que también es parte Moreau, por su accionar orientado a solidificar su poder personal en desmedro del partido, ha arrastrado a la UCR a un abismo que parece no tener fin, puesto que no puede recuperarse del golpe electoral, y tampoco encontrar un rumbo coherente con la historia y el sentir radicales, terminando, como hace unos, opinando que es posible una nueva alianza con el Peronismo disidente, e incluso con el PRO, cuando la convención provincial de la UCR, le cerró la puerta a esa posibilidad.
La pregunta de gran parte de la ciudadanía que se opone a este modelo de concentración de poder, es ¿porque la oposición no puede unirse contra el gobierno en estas elecciones?, la realidad indica que imposible una alianza opositora tan amplia, porque debieran incluirse sectores políticos que fueron afines al modelo de concentración de poder y riqueza que encarno el menemismo de los 90, y que, aún hoy, sostienen que a pesar de la corrupción reinante en ese momento, fue el mejor gobierno desde el retorno de la democracia, obviamente es imposible cualquier clase de coincidencia con una tendencia política que provocó el masivo empobrecimiento del país.
Es así que sería reemplazar un modelo de concentración de poder por otro que quizá sea peor, y del mismo signo político, donde además el radicalismo se pondría en la posición de partenaire mudo de una fuerza política que, una vez alcanzado su objetivo, se desprendería de sus aliados sin muchos miramientos, y provocaría la caída definitiva de la UCR.
La UCR es un partido que tiene una fuerte inserción en las capas medias de la sociedad dentro de los ámbitos municipales, y que ha logrado algunas gestiones de éxito, con resultados muy elogiados y reconocidos, lo mismo en algunas provincias, donde la gestión de gobierno ha sido un motivo de orgullo para el radicalismo; como es el caso de Mendoza, donde se han realizado gestiones de gobierno brillantes; podrían ser un punto de partida excepcional, para volver ser una opción electoral viable, puesto que es evidente que la ciudadanía reclama, política y gestión, ambas cosas pueden ser demostradas por la historia política del radicalismo.
A pesar de esto sus divisiones internas, más parecidas a compartimentos estancos donde la preeminencia de un grupo dirigente es sostenida a cualquier costo, la negativa constante de alcanzar una renovación profunda y permanente de sus estructuras, sin comprender que el sistema democrático exige una dinámica que acompañe los cambios sociales, y de la política, la continua renovación de sus representatividades, los dirigentes se aferran a sus cargos y sus posiciones, impidiendo deliberada y constantemente el ascenso de una nueva dirigencia, más joven, y con una visión más moderna de lo que debe ser una nación; los que en el 83 llegaron a ocupar puestos de importancia política, tenían entonces entre 35 y 65 años, y lucharon abiertamente por conseguir el espacio necesario para poder ser protagonistas de la política, hoy esos mismos dirigentes que han permanecido inamovibles en sus puestos, tienen hoy la edad de aquellos a los que desplazaron hace 30 años.
Este patrón de falta de renovación se cumple en toda la escala política, nacional, provincial y municipal, y el partido, en estas condiciones no puede aprovechar esa dinámica política para poder salir adelante, una gestión exitosa puede ser el punto de partida para crecer políticamente, pero no necesariamente el gestor, que debe ser un elemento formador y multiplicador a partir de su experiencia, que movilice la dinámica que permita que exista un relevo natural, que continúe y perfeccione la gestión.
Como dijo Illia, la democracia es un sistema que debe perfeccionarse continuamente, y para esto necesita de la atención de sus mejores hombres formados en la teoría y en la lucha política, pero también de la apertura y participación que produce la dinámica de la sociedad en su constante avance, que provoque que el sistema mejore constantemente, en esa dinámica la Unión Cívica Radical es una pieza indispensable, puesto que la solidez del pensamiento radical, es sumamente necesaria a la hora de administrar y gestionar con contenido.
Si esta renovación no se provoca, sincera y abiertamente, sin egoísmos, sin el nepotismo del que se ha hecho gala últimamente en el partido, donde se promueva constantemente la inclusión política de personas de todas las extracciones sociales y se los aliente a participar y formarse dentro del seno del partido, para llegar a formar parte de sus organismos representativos y los cargos públicos donde el partido los necesite, fuertemente identificados con la ideología, y los principios que rigieron a la UCR desde sus orígenes como partido.
Si no conseguimos esto, la UCR se convertirá en un pequeño círculo de amigos y familiares de, y un recuerdo feliz de glorias pasadas, pero inútil para la lucha política.
Ocupar lugares, en cualquier alianza y a cualquier precio, no es saludable, preservar la identidad política, renovar el partido, y recuperar la representatividad perdida si, en el contexto actual quizá sea preferible perder una elección pero salvar todos los principios que se puedan, y establecer un punto de partida firme y cabal para la recuperación política, y si esto exige el sacrifico de toda una dirigencia, que asuma como objetivo lograr que esa renovación asegure el triunfo futuro de un partido renovado y moderno.
Esa es mi opinión y mi convicción, en lo que a mí respecta trabajo y trabajaré para esto, obviamente que puedo estar equivocado, pero por lo menos intento que esta idea política que mis padres supieron encender en mí, siga prendida, y pueda ser una luz de esperanza para mi nación.
Carlos Eduardo Gowland

lunes, 29 de abril de 2013

El intento de condicionar la justicia, el intento de condicionar la libertad

El problema con la sanción de las leyes de reforma judicial, no son las leyes en sí; que por supuesto, son un paso más en la política de avasallamiento a las garantías a los derechos y las libertades públicas que este gobierno necesita, para poder alcanzar sus objetivos políticos; el problema es el día después, que va a pasar cuando las leyes puedan ser recurridas en los tribunales federales.
¿Cómo juegan en esto las alianzas políticas gestadas en estos últimos tiempos?, la sanción de leyes en la legislatura porteña, en un marco de alianza entre kirchneristas y macristas demuestra que en política todo es relativo, y que quienes dicen ser opositores a este modelo no lo son tanto, o por lo menos en su construcción de poder, no demuestran tanta ética, y se queden quietos ante una ley que favorecerá a quien quiera que sea que este en el poder.
Esta ley que hoy favorece a este ejecutivo, mañana actuara en favor de quien gane las elecciones, siendo la designación y remoción de los jueces arbitrio de la mayoría reinante en cada turno electoral.
Esto no es nada nuevo, el peronismo en cada turno de gobierno, intento lograr manipular la justicia, mediante la designación de jueces “amigos”, cuando los elegía la comisión de acuerdos del senado,  o cuando se persiguió a la corte hasta lograr la renuncia de varios de sus miembros, ampliándola cuando las decisiones pudiesen ser adversas, o promoviendo juicios políticos a quienes no se disciplinaban, hoy se trata más o menos de lo mismo, posiblemente los momentos económicos sociales que vienen, serán tan difíciles que las medidas a tomar necesiten de jueces adictos, como los que otrora convalidaron las privatizaciones de la era menemista.
Si eventualmente el PRO si llegase a ser gobierno, también necesitaría de una justicia adicta, porque en su lógica peronista, es fundamentalmente corporativo y antidemocrático, y propenso, por no decir adicto a tomar medidas sin admitir cuestionamientos de ninguna especie, sino lo ocurrido en el Borda es suficiente como muestra. Además las declaraciones de Macri elogiando lo actuado en el periodo de los noventa, es suficiente como muestra.
Que la justicia, o mejor dicho, la administración de justicia debe ser reformada, no es ninguna novedad, pero las reformas deben ser estudiadas y analizadas en función de aquello que la sociedad reclama y necesita de ella, no de acuerdo a las necesidades de un esquema político, cualquiera sea su tendencia.
Lo que esconden todas la variantes del peronismo es un profundo desprecio por el control constitucional del ejercicio del poder, nunca admitieron ni Perón, ni Menen, ni Duhalde, Ni Kirchner, Ni este gobierno, el hecho de poder ser controlados judicial o administrativamente, y lo hicieron promoviendo la creación de organismos que terminaron siendo inoperantes en el momento de tomar medidas, tenemos una gran cantidad de organismos de control cuyos dictámenes no son vinculantes, o sus decisiones no son de cumplimiento obligatorio creadas solamente para distraer, más que para solucionar.
La Justicia es el último respaldo en la defensa de la libertad y las garantías constitucionales, el ciudadano avasallado en su derecho tiene allí donde acudir, toda nación tiene en la justicia una reserva moral, alguien que puede, y debe, poner los limites hasta dónde puede llegar el poder del estado.
Este discreto encanto de intentar limitar las libertades y el acceso a la justicia, con más o menos éxito, no es nuevo, en muchos países del mundo, gobiernos tanto de izquierda como de derecha, lo han intentado, la derecha “liberal”, necesita esto para aplicar su concepto de seguridad jurídica que se trata solo de permitir que las corporaciones dominantes hagan lo que quieran, sin mucho cuestionamiento social, como por ejemplo se hizo durante el gobierno peronista-liberal de Menem, promoviendo una justicia sujeta a los intereses de una política que dañó profundamente al conjunto de la sociedad. Y la izquierda, mejor dicho el populismo seudoprogresista,  porque, necesita que la imagen de la patria de bienestar y el estado protector se mantenga a cualquier costo, y evitar cualquier clase de cuestionamientos a sus políticas restrictivas, por parte de las minorías, y hasta de las propias mayorías en las que supuestamente se sustentan.
El problema que el “liberalismo” y la supuesta izquierda, que no es tal, no terminan de comprender que la libertad es una condición inherente al alma de las personas, y que los errores que se cometen en el ejercicio del poder, con más o menos complicidades, terminen por salir a la luz de un modo, u otro, porque es imposible limitar totalmente esa libertad, e impedir que en algún momento, por alguna grieta aparezca la luz y la crítica comience a socavar las bases en la que se sustenta el poder.
La justicia es una consecuencia lógica de la libertad, porque es el hombre en uso de su libertad el que decide que el funcionamiento de la sociedad democrática y republicana, depende de un balance, donde la justicia funcione como el órgano que vigila que ese balance social sea el correcto, y que las libertades de las personas no se vean limitadas o condicionadas, más allá que lo que la voluntad individual decide ceder, en beneficio del comun, esto que conforma el tejido social, y mantiene unida a la sociedad, como un conjunto de individualidades, entrelazadas por un objetivo colectivo está cristalizado en la Constitución.
La división de poderes, es fundamental para lograr un correcto balance del gobierno del estado, un poder que representa a la sociedad, delibera y establece como ley aquello que la sociedad representada, quiere y necesita, el poder ejecutivo que administra los servicios, bienes sociales, ejecuta aquellas acciones necesarias como para asegurar la vida en una sociedad sin mayores conflictos,  el poder judicial a quien corresponde nada menos que el control constitucional del gobierno, debe corregir los excesos y los errores, que además es el que menos errores puede cometer, porque tiene en sus manos la responsabilidad de restablecer el balance social, cuando este se rompe, restablecer el normal funcionamiento de las relaciones entre los individuos, cuando se alteran y de las relaciones sociales entre el gobierno del estado y la sociedad cuando por alguna razón el estado, intenta avasallar alguna libertad.
La justicia es en quien se deposita la confianza de administrar las garantías de la libertad, de los derechos individuales, la que tiene por función principal, velar porque ningún derecho consagrado por la constitución pueda ser avasallado por el gobierno del estado, pero también, que los ciudadanos cumplan con las obligaciones para con el estado, que la vida en sociedad normal, merece que se cumplan.
Por eso la justicia debe ser independiente de cualquier poder del estado, y de cualquier poder privado, y debe velarse porque esta independencia se conserve y se asegure, no quiere decir esto que los miembros de la justicia deban tener prerrogativas especiales por sobre el resto de la sociedad, pero sí que se asegure que su funcionamiento no estará condicionado por presiones, políticas, o económicas, que alteren su autonomía.
Solo por esto, y anta la mera sospecha que una ley pueda tener como consecuencia, una alteración de la independencia del poder judicial, no puede ser aprobada; si además esta ley permite que la designación y remoción de los jueces sea condicionada por el poder político, amparado en una ley que puede perjudicar el balance de poderes, y la tarea vigilante y reparadora de la justicia, no puede ser aprobada, y ni siquiera tratada por el congreso.
La democratización de la justicia pasa por otro lado, lo primero que debe hacerse en la argentina, antes que sancionar leyes que permitan manipular la justicia, o por lo menos presionar sobre ella para conseguir algún beneficio acorde con la necesidad del poder, es en primer lugar cumplir con lo que exige la constitución, JUCIO POR JURADOS, para que la sociedad sea protagonista en el proceso de administración de justicia, y de una vez por todas se permita que la sociedad suma el rol que le corresponde, y que se ha ganado a lo largo de estos años, demostrando que está más que madura para hacerlo.
Por eso la sociedad debe resistir cualquier cambio que se intente hacer, si este no comienza con el cumplimiento de la constitución, cualquier modificación será un mamarracho, un parche sin sentido que lo único que conseguirá será agravar más el panorama.
No sé si tengo razón, posiblemente pueda estar equivocado, pero recuerdo que alguna vez, el presidente Illia, manifestó la importancia de la independencia del poder judicial, y que sería bueno que alguna vez un presidente pudiera ser juzgado, para que nadie crea que desde el poder se puede ser infalible.
Queda nuevamente en manos de la Justicia resolver esto, la ley podrá ser recurrida, y corresponderá a la justicia determinar si es, o nó, inconstitucional, si este intento de limitar la Justicia, que no es otra cosa que ponerle limites a la libertad, procede o nó, y quedara al desnudo verdadera intencionalidad del los partidos políticos, al ver quienes son los que se presenten a solicitar la inconstitucionalidad de la ley, si esto no ocurriera y la ley se sancionara con sus mas y sus menos, será que, en el fondo, nuestros representantes no dejaron de ser seducidos por la idea de poder manipularla, si es que llegan al poder.
A la limitación y el condicionamiento a la justicia, siguen las libertades individuales, el cercenamiento de los derechos, y por último la tiranía, es hora que la sociedad comprendamos todos, que el gobierno debe ser ejercido por gobernantes, y que como ciudadanos tenemos una responsabilidad de contribuir a gobernarnos, y dejemos de una vez por todas de poner mandones en el poder.

jueves, 18 de abril de 2013

Algo previo a la marcha del 18 de Abril

La corrupción política es como un parasito, que no solo se alimenta de los ciudadanos, sino que además se reproduce generando cada vez más parásitos, en una vorágine sin solución de continuidad.
Cada vez más llega a la política mas gente que solo practica la estrategia del parásito, fortalece su poder a costa de otro usando la ciudadanía como un vehículo, que le sirve para satisfacer sus necesidades, para sostener su permanencia y sus privilegios, crea y reproduce instituciones que suman mas hombres como el, al poder.
Pero, esto solo es posible si hay una ciudadanía que en lugar de condenarlo y desenmascararlo, permite que continúe usufructuando los beneficios, tranquila y calladamente, sin reaccionar ni pedir condena.
Para que ningún ciudadano crea que puede perpetuarse en el poder, es preciso que la sociedad ejerza sus derechos y exprese su repudio, pero también es preciso que esa sociedad asuma su deber individual y colectivamente, participando y comprometiéndose, a mantener y practicar una conducta personal acorde con la vida republicana.
Salgamos a mostrar nuestro descontento, pero también seamos capaces de sostener lo que decimos con el ejemplo de nuestra vida personal, para quitar margen a la corrupción hay que terminar con las conductas sociales que la permiten.ril
Hoy, salgamos a la calle, a exigir que nos respeten como ciudadanos, a pedir por nuestras libertades, a afirmar nuestro deseo de ser parte del país común; mañana salgamos a la calle, a demostrar con nuestra conducta que no somos mercadería que se compra y vende, que no se nos puede corromper como sociedad, que somos Ciudadanos con mayúsculas.

El ciudadano es parte del proceso político, origen, protagonista y destinatario, eso lo convierte en participe de la política, sin cuya participación nada es posible.
No hay posibilidad de sustraernos de esta responsabilidad, el solo hecho de no votar en una elección, nos hace responsables de su resultado, no votamos, y permitimos que alguien llegue al poder, con poca representación, y se perpetúe en el; además lo hacemos creyendo que así no participamos, cuando en realidad esa "no participación" termina siendo una acción definitoria.
Casos como este sobran, lo importante es desarrollar una forma de participación positiva, sobre todo en un sistema constitucional que consagra al partido político como el único vehículo válido para llegar al poder, eje de la representatividad, y mecanismo de participación.
Las actuales circunstancias parecen habernos despertado, pero la acción no debe quedar solo en la protesta, la conducta personal y colectiva, son claves para erradicar de la política, todas estas practicas negativas, no solo los políticos deben dar el ejemplo a los ciudadanos, cuando esto no ocurre los ciudadanos debemos dar el ejemplo a los políticos, el país es nuestro, tuyo, mío, de todos, es una construcción colectiva, cuyo gobierno depende, sobre todo de nuestra conducta, estamos ante una oportunidad única, no dejemos que esto caiga solo en la protesta, asumamos nuestra responsabilidad y actuemos a la altura de la situación, sino todo cambiará solamente para que nada cambie.

sábado, 6 de abril de 2013

Una reflexión acerca de las inundaciones

Cuando Ocurren tragedias, como las inundaciones, sobre todo cuando se pueden evitar, resulta odioso hablar con el diario del lunes, pero lamentablemente para quienes ejercen el poder, siempre queda al desnudo todo aquello que era importante hacer, y no se hizo.
Pero, y siempre hay un pero, lo que se debía hacer y no se hizo, siempre estaba destinado a solucionar los problemas de los sectores mas desposeídos y en mayor situación de riesgo, que terminan sufriendo las consecuencias del  mayor impacto.
Que las inundaciones afectaron a los barrios mas carenciados de las ciudades afectadas, es una verdad de Perogrullo, también que desde ningún gobierno, ni nacional, ni provincial, ni municipal se hizo nada por evitar que esto, que ya ocurrió otras veces volviera a suceder; ¿por que?, porque en el fondo a nadie le importa la vida real, solo son un voto a la hora de contar.
Así queda al desnudo la miseria política, del gobierno, ...de todos los gobiernos, y salta a la vista la diferencia entre el interés de conseguir una primera plana, a fuerza de ponerse una camiseta, y la verdadera solidaridad social, que todavía subyace entre la gente.
El cuervo Larroque,  a las cosas hay que ponerle nombre y apellido, es el peor exponente de una forma de hacer política, que tiene como eje la intolerancia, y la prepotencia, que no comprenda a la sociedad, ni le interesa, que solo admite un discurso único, y que su objetivo es lograr encolumnar a toda la sociedad detrás de un liderazgo caprichoso, surgido de una historia inventada.
Pero esa Actitud, no es personal, sino que responde a una estrategia que se comparte en todo el gobierno, que consiste en desplazar del protagonismo, por cualquier medio, a cualquiera que no forme parte de su cohorte de adulones y alcahuetes, pero esto es un modelo repetido, el Gobierno de Buenos Aires, parece salido del mismo molde, del mismo modo que la jefatura de gobierno de la ciudad; donde cada tragedia encuentra al jefe de gobierno de vacaciones, y no es producto de la casualidad, pareciera que vive de vacaciones y no le importa nada de lo que ocurre a su alrededor, es como alguien que solo escucha su propia voz, puede ser ocurrente a la hora de poner motes e hilvanar frases ingeniosas, pero salta a la vista que tiene una brillante corte de funcionarios, poco útiles a la hora de resolver los verdaderos problemas.
El problema de fondo de todo esto es que la política argentina parece haberse olvidado de trabajar para la gente, y que su objetivo es el bienestar de la población, y que para esto hay que gobernar todos los días, cada día que pasa es notable que se necesita un gobierno que se ocupe de las cosas cotidianas, que piense en el bienestar en términos de estrategia, y que trabaje poniendo las cosas en su lugar, sin pretender sobresalir, que en ves de hablar todos los días, haga todos los días, un gobierno de gente normal, que funde, ni funda, solamente que haga.
Esto se escribe con mucha bronca, pero no hay otra forma de decirlo.

lunes, 25 de marzo de 2013

Un nuevo 24 de Marzo


Ayer se cumplio un nuevo aniversario del Golpe de Estado que instauró en el país la más terrible dictadura que recuerde la historia, el homenaje a los desaparecidos, y el reclamo permanente por la vigencia plena de los derechos humanos, nunca puede, ni debe perder vigencia; cuando se deja de reclamar por la vigencia y el respeto por los derechos humanos, se corre el riego de permitir el avance de los gobiernos por sobre las libertades de las personas.
En el caso particular de ayer, la línea argumental descendente, de la nueva historia gubernamental, hizo que se adueñara de los derechos humanos su sector político, como si fuera que, mágicamente, su plena vigencia se debe a los superpoderes de Kirchner y su Consorte gobernante.
La única imagen de la lucha por los derechos humanos que puede mostrar el gobierno actual , es la de Súper Néstor, bajando un retrato 30 años después, cuando como acto era solo simbólico, y no entrañaba ningún peligro para él o para los ciudadanos.
Pero en 1983 la situación era un poco diferente, El peronismo había anunciado que convalidaría como ley el decreto de auto amnistía, un Pacto militar con el sindicalismo peronista, aseguraba esa situación, no habría, ni pena ni castigo para los culpables, y los integrantes de este gobierno no fueron la excepción a la linea que el candidato Luder trazaba con relación a las atrocidades cometidas, por militares y subversivos.
Hacía falta mucha valor y entereza moral, para fundar en 1975, una organización como la asamblea permanente por los derechos humanos, para, en 1976 y mas tarde, presentar un recurso de habeas corpus por un desaparecido, o reunirse para discutir que se hacía, en favor de los perseguidos, para colaborar ayudando a muchos a salvar su vida.
En esa época Supernestor y su esposa se divertían iniciando acciones legales, al amparo de la tristemente célebre circular 1050, en Rio Gallegos, y se movían a la sombra del poder militar, de lo que hay más de un testimonio fotográfico.
En 1983, había que ser muy valiente para Formar parte de la CONADEP, de la que los miembros del partido de este gobierno se negaron a participar, seguramente por falta de valor, ante mandos militares fuertes, en pie, y dispuestos a sostener una política de ocultamiento de los hechos.
Había que ser muy valiente para ordenar que se iniciaran los juicios a los responsables, porque además, esto debía incluir el cuidado de no permitir que se originara otro derramamiento de sangre en la Argentina, había que ser muy valiente para esto, y en esto tampoco acompañaron los miembros de este gobierno.
Los miembros de este gobierno no actuaron nunca en defensa de los derechos humanos, ni en el momento en el que la estabilidad constitucional podía peligrar, y cuando el momento de mayor peligro y de persecuciones por parte de la dictadura se refugiaron en el sur al amparo de la fortuna de papá, y a la sombra de los cuarteles.
Había que ser como Raúl Alfonsín, para que se pudiera hacer justicia, para que se pusieran las cosas en su lugar, para que se conociera la verdad.
Ni Néstor Kirchner, Ni Cristina Fernández de Kirchner hicieron nada por los derechos humanos en el momento más difícil, como tampoco lo hicieron la mayoría de los dirigentes del peronismo de aquel entonces, solamente bajaron un retrato, cuando ya los golpistas no tenían el poder de bañar en sangre a nuestro país, fueron tan valientes que derogaron dos leyes, después que habían sido declaradas inconstitucionales por un Juez, es decir, cuando ya no tenían vigencia. ¿Hicieron que se reabrieran las causas?, era una consecuencia inevitable, después de la declaración de inconstitucionalidad.
En realidad la vigencia de los derechos humanos, fue gestada por los fundadores de la Asamblea Permanente, el servicio de paz y justicia, el centro de estudios legales y sociales, La CONADEP, el Dr. Alfonsín, las madres de Plaza de mayo, y las Abuelas, pero no por este gobierno, que además esta tan poco convencido de esto que, para asegurarse su relato, necesita que no se respete la libertad de la oposición de ser parte de la conmemoración del 24 de Marzo, que no se respete el derecho fundamental de manifestarse libremente.
En honor al estado de derecho que se pretende defender, al gobierno debe hacer un acto de contrición, y tender la mano fraterna todos los ciudadanos, en lugar de continuar fomentando el enfrentamiento, el resentimiento y la mentira.
Muchachos, Néstor no cruzo los andes con San Martin, no liberto a Chile y a Perú, no era amigo ni de Bolívar, ni del chacho, ni de Artigas, ni del Che, no lucho con Lister en la España Republicana, Cuando Fidel estaba en la sierra él ni siquiera sabía dónde estaba Cuba, a lo mejor alguna vez escucho a Quilapayún, pero nunca participó de ninguna resistencia contra ninguna dictadura, en definitiva, le pusieron laureles que nunca se ganó, es un cuentito.
Ah, tampoco venció a la muerte, no los quiero hacer llorar pero el Nestornauta no existe.
Los Derechos Humanos se respetan todos los días y por sobre, todo inculcando la pluralidad y la tolerancia, practicando la libertad y la justicia, nunca con el odio y la venganza.
Por lo menos así me parece a mí, que no tengo la verdad.

martes, 12 de marzo de 2013

REFLEXIONES EN EL DIA DEL MILITANTE RADICAL

REFLEXIONES EN EL DIA DEL MILITANTE RADICAL

La libertad es el bien supremo del hombre, porque consiste en el ejercicio de la capacidad de decidir, de elegir, y es en ese momento, crucial, que se condiciona el futuro de la propia vida.
Impedir el ejercicio del derecho a elegir, es lisa y llanamente impedir el ejercicio de la libertad, para crear en la política una nueva forma de aristocracia, que desprecia la capacidad de razonamiento del ciudadano, relegándolo a la posición de mero observador, y víctima, de decisiones ajenas a su voluntad.
Esta forma de hacer política, que se ha enquistado en nuestro partido, termina por convertirse en un mecanismo hereditario que asume que los puestos públicos y el ejercicio del gobierno estarán destinados a una clase, que se reconoce a sí misma como elegida y dominante, y lo es a fuerza de impedir el ejercicio del derecho a decidir.
La democracia es un sistema representativo, que exige, como condición necesaria y excluyente, que los representantes tengan legitimad de origen, que solo se obtiene a través de una elección verdadera donde el ciudadano pueda ejercer la libertad de optar.
La principal misión del militante político, es luchar por que esa libertad se ejerza en toda su dimensión, si esto no se asegura, en primer lugar desde los partidos políticos, termina por desvirtuarse la democracia representativa y republicana como sistema, y a la limitación de estas libertades seguirán otras, convirtiendo a la democracia en un enunciado formal de una Constitución que terminará por perder todo su sentido.
A todos aquellos militantes de la UCR que luchan por esto todos los días, Feliz Día.

viernes, 8 de marzo de 2013

Alguna reflexion sobre la democracia en la UCR




La genialidad de la democracia como sistema es que está basada en el valor de cada hombre, cada hombre vale una opinión, cada opinión es un voto, cada voto es un contrato de fe, fe depositada en alguien en quien cada uno ve como un reflejo de lo que le sugiere su propia imagen; es decir voto por aquel que me representa, y el con ese voto firma un contrato de representación conmigo, por el que está obligado a actuar de acuerdo a mi opinión y necesidad, razón por la cual lo voté.
Es un contrato donde acepto que alguien me represente ante el resto de la sociedad, porque su propuesta y sus ideas coinciden con mis convicciones personales, solo por está obligado a cumplir esa promesa de campaña que me identifica, y por la cual yo lo elegí.
Lo impresionante del sistema es que permite aunar, convertir en una todas las opiniones individuales expresadas en las urnas a través de la representación, y en esta circunstancia se establece que el representante adquiere una obligación, ya no solo conmigo, sino con todo un sector que se manifestó con su voto, favoreciendolo, y que lo obliga a cumplir con toda la comunidad, porque la voz del representante se unirá con otros, para aunar nuevamente y convertirse en una opinión generalizada de todo un sector de la población.
El político, como tal, es entonces un sujeto obligado a cumplir con una serie de premisas que el mismo propuso, e inclinó la balanza de las preferencias electorales a su favor.
La sociedad a partir de su elección, descansa en el representante, si el no cumple la sociedad decepcionada podrá elegir a otro; ahí es donde reside el principal problema, cuando la sociedad decepcionada, lejos de cambiar sus preferencias, abandona su estado de movilización y deja que las cosas simplemente transcurran, simplemente porque no tiene la posibilidad de elegir.
Por eso es bueno que la política ponga atención a todos los movimientos sociales, espontáneos o no, porque son el primer indicador de la necesidad de cambio, manifestada por la sociedad, los movimientos espontáneos surgen y pueden ser pasajeros porque expresan una opinión eventual, pero no es pasajero el reclamo; los movimientos más organizados delatan que existe una necesidad de cambio sostenida, y agravada en el tiempo, quizá mucho más antigua y analizada, que necesita de toda una organización social para poder hacer sentir esa necesidad.
Esto es todo un problema, porque la democracia es un sistema que obliga a la comunidad a ser responsable de su destino, y entonces al dejar hacer, la misma sociedad se convertirá de algún modo en cómplice y gestor de su propio fracaso, toda una paradoja.
 Es cierto que la sociedad es participe, pero no culpable del fracaso, sobre todo porque no tiene la capacidad de decidir más allá que lo que el sistema representativo le permite, y así asegura su indemnidad, su falta de culpa por el fracaso; pero el político si, el político tiene el deber de cumplir, lo obliga el contrato sellado con su elección, y no puede, ni debe, librarse de esta obligación ni de su responsabilidad.
Es genial, pero es imperfecta, la democracia es siempre perfectible; y eso también es genial, porque es un sistema que permite ser adecuado a los tiempos, y ser adecuado a los avances que se perciben en materia social, desde que existe la democracia republicana como sistema de gobierno, se ha avanzado lentamente, permanentemente, sin pausa, en su perfeccionamiento.
 Esto exige que la democracia como un sistema perfectible deba asegurar al ciudadano, mecanismos que le permitan que el representante, deba someterse siempre al juicio del pueblo expresado en las elecciones, y debe prever los mecanismos de legitimidad necesarios, para que el representante sea obligado a someterse al juicio de la voluntad popular.
 Hasta ahora ese ha sido un problema, que ha estancado al sistema, impidiendo que la renovación de los hombres de la política adquiera el dinamismo que se necesita, sobre todo con la velocidad que se producen los cambios en los comportamientos sociales, sobre todo alentados por los avances tecnológicos.
 En el seno de los partidos políticos, sobre todo en el nuestro, donde la Libre elección de los representantes ha sido una bandera, se hace caso omiso a este principio fundacional del partido, a través de eufemísticas listas de Unidad, aunque solo son listas únicas, que solamente aseguran la continuidad de los dirigentes, cómodamente instalados en sus puestos, eliminando así la necesidad de someterse a la voluntad popular.
 Lejos de perfeccionar el sistema, los partidos parecen haberlo atrasado lo suficiente, como para recrear una nueva forma de aristocracia, donde solamente están en condiciones de acceder a los espacios representativos aquellos que cuentan con medios suficientes como para poder asegurarse su publicidad personal, desde sus puestos de poder.
 Si a esto sumamos la posibilidad de la reelección sin condiciones, estamos permitiendo la creación de un nueva forma de aristocracia, que se sostiene en el poder, sin legitimarse dentro de los partidos políticos, a fuerza de impedir el juicio popular; Y esta nueva forma de aristocracia se ha convertido también, en una forma de poder sucesorio donde los hijos, suceden a sus padres, solamente por imperio de la descendencia, sin haberse presentado jamás a validar sus mandatos ante la sociedad.
 Empujada hacia fuera de la política, por estas conductas, la sociedad no tiene una representación cabal, o por lo menos no siente que la tiene, y no se identifica con ninguna propuesta, ni candidato, simplemente vota en contra de algo, o por nadie, y en el peor de los casos no vota. Y Con esta conducta se renuncia voluntariamente a ser representado, sin saber que eso no rompe el contrato electoral, sino que solo aliviana la responsabilidad del representante.
 La construcción de una nueva alternativa política dentro de la UCR, que sea atractiva para la sociedad, deberá tener en cuenta todo esto, asumiendo que el partido que debe ser el reaseguro de la democracia no apague las expresiones internas, suprimiendo la voluntad electoral de su gente.
Una propuesta política que enamore, debe ser discutida y analizada, y enriquecida con aquellos que surgen de la representación popular, no es con la sentencia ecuménica de un iluminado que se construyen las ideas y los partidos, sino con la voluntad de muchos que se confunden para construir un ideal.
 La política sirve para mejorar la vida de la gente, por sobre todas las cosas, y para organizar las sociedades, para que sus ciudadanos convivan en paz y armonía, dentro de los parámetros que la ley y la justicia fijan como guias para su desenvolvimiento, la democracia es el más imperfecto de todos los sistemas ideales, porque es trabajoso, implica acuerdos y discusiones generales para llegar a los fines, convierte al estado en una construcción de propiedad colectiva, donde todos las expresiones de una sociedad deben ser contenidas.
 La democracia es un medio, un transporte hacia la convivencia y el progreso social de una nación, en tanto que debe permitir que la discusión lejos de circunscribirse a un círculo experimentado, se amplíe cada vez más e incluya a un mayor número, que asegure su renovación permanente, que acompañe la necesidad de mejores oportunidades, derechos y garantías.
 Cuando la política no acompaña la evolución de la sociedad, surge el estancamiento político como practica permanente, y la participación pasa a estar en un plano secundario, es esto el motivo que hace que la propia sociedad busque fuera del sistema lo que el sistema no le da, que es la oportunidad de expresar su disconformidad, y satisfacer sus necesidades por otros medios diferentes a los que las instituciones les brindan.
 Los partidos políticos son la expresión orgánica de la ideología, una organización montada para competir políticamente y alcanzar el poder para cumplir los fines que su doctrina persigue, y en la carrera por conseguir alcanzar el poder, no puede soslayar que esa ideología que lo conduce, debe ser aplicada en lo interno, como una forma cabal de demostrar que lo que propone puede llevarse a cabo dentro de su organización.
 Todo esto parece una verdad de Perogrullo, o un discurso de tonto pero, sin embargo, la realidad de lo ocurrido con nuestro partido marca una verdad, inexcusable, la falta de democracia interna, y el no respetar la voluntad de los simpatizantes del radicalismo, quebró todos los contratos electorales y anula todas la representaciones de sus hombres, puesto que el no sometimiento a la sanción electoral invalida cualquier representación política que se esgrima, puesto que no tiene legitimidad en su origen, aunque se ajuste a una carta orgánica, sobre todo cuando esta se ha modificado de acuerdo a las conveniencias particulares de algunos dirigentes.
 El Radicalismo desde hace muchísimo tiempo ahogó la discusión interna, concretando listas únicas, en conversaciones de sectores que solamente se orientaron a mantener privilegios, poniendo por detrás su obligación de representar fielmente al ciudadano, el único resultado conseguido fue que desde 1983, se perdieran sufragios en cada elección.
 La eliminación de la obligación del 66%, para obtener una reelección fue el primer hito que marco que la renovación podía quedar estancada, no obstante eso, se continuó con esa política de unificar listas, para asegurar el cambio, sin que nada cambiase, se eliminaron las incompatibilidades y los cargos partidarios quedaron en manos de quienes ocupaban cargos públicos, sucesivamente se incorporaron modificaciones que permitieron cerrar el partido a la participación cada vez más.
 Hace unos años, antes que se produjera la debacle política, escuche a un dirigente entrerriano, que enarbolo alguna vez, la bandera del tercer movimiento histórico, decir que se debía tener un partido más chico con un padrón “manejable”, raro pensamiento para un dirigente de un partido que se reconoce asimismo como revolucionario, que se autoproclama como el abanderado de los desposeídos, que se encuentra dentro del espectro donde están los grandes partidos de masas.
 Esto es lo que ha provocado que la Unión Cívica Radical este en el lugar donde está, en la medida que no se reabra la Unión Cívica Radical a la participación, y que no se practique rigurosamente una política que garantice una permanente dinámica de renovación, no podremos hacer más aportes para el perfeccionamiento de nuestra democracia, porque no existiremos como partido.
Recuperemos la genialidad de la democracia, propongamos un nuevo contrato político que asegure a la sociedad que será posible que exista una política de clase, sino una política donde todos sin exclusión de ninguna especia, podamos ser partícipes de la renovación permanente que nuestro sistema político necesita.
 No creo ser original, ni me considero un hombre demasiado inteligente, solo reflexiono y escribo sobre aquellas cosas que son mis convicciones, tengo el sueño de vivir en un país normal, gobernado por políticos que todos los días trabajen para que integración e inclusión no sean solo una quimera, y creo en aquello que aprendí alguna vez, “la razón de ser de un estado es la felicidad de sus habitantes”, e intento trabajar para conseguirlo.