¿Qué hacemos ante una realidad que parece desquiciada y
fuera de todo equilibrio?
Dedicado a mi amigo
Mario Jaraz
El mundo se ha vuelto
extrañamente aferrado a la idea de la falta de importancia de las cosas
importantes, como si una fantasía se hubiese apoderado de la vida.
Es importante para el mundo el
dinero, la posesión de cosas, el excesivo pragmatismo occidental, donde parece
que todo está dominado y subordinado a aquellos que ostentan poder.
Los poderosos políticos, y los
poderosos empresarios, y los poderosos banqueros, y los poderosos
especuladores, que nos dicen cuando podemos disentir y cuando no, que nos conviene
leer y que no, de qué lado de una supuesta pared debemos estar, en manos de
quien debemos dejar nuestras decisiones, para las que no estamos
convenientemente preparados.
Se nos dice que no podemos opinar
de economía, porque no estamos lo suficientemente formados, porque para eso
están los economistas profesionales, que saben de eso, más que nosotros, y que
ellos harán lo que saben hacer con nuestro dinero, “NUESTRO DINERO”, sobre cuyo
destino no podemos opinar.
Los politólogos, nos dicen que
debemos opinar, y nos enriquecen obnubilándonos con discursos, tan confusos
como las ideas que profesan, algunos no dicen que la culpa es del estado, otros
que la culpa es de los otros, de los de allá y de los de acá también, y a lo
mejor de algunos del otro lado, que son evidentemente responsables de lo que
aquí sucede, pero que nosotros debemos hacer lo que los opinadores nos dicen,
votando a quien nos recomiendan, porque no estamos capacitados para pensar que
es lo que nos conviene hacer como ciudadanos, aunque se trata de nuestra vida,
“NUESTRA VIDA”, sobre cuyo destino no podemos opinar, porque no sabemos.
Los Políticos Democráticos,
Sociales, Liberales, de Derecha, de Centro y de Izquierda, nos dicen que es
preferible que no elijamos a quien queremos que nos represente, porque es mejor
dejar descansar en ellos nuestras responsabilidades civiles, que ellos saben
que es lo que queremos, y si es así para que vamos a perder el tiempo votando,
si total con que ellos decidan es suficiente, para que nos vamos a molestar
asumiendo pesadas responsabilidades que tienen que ver con el proceso decisorio,
aunque se trate de nuestro pensamiento, “NUESTRO PENSAMIENTO”, sobre cuyo
destino no podemos opinar, porque no sabemos.
Un señor de impecable traje de
alpaca inglesa, abogado, me dice que debo dejar la ley y la justicia en sus
manos, porque no sabemos que es la ley y que es la justicia, y como no sabemos,
es preferible que el la administre de la forma que más le plazca, total para
que voy a preocuparme, si para eso está el, que estudio para decirme, a mí, a
todos, como debo vivir ordenadamente en
una sociedad, mientras tanto libera Asesinos, Violadores, Secuestradores, pero
como yo no sé cómo se hace justicia, no poder formar parte de un jurado, aunque
se trate de mi necesidad Justicia, “MI NECESIDAD DE JUSTICIA”, sobre cuyo
destino no podemos opinar porque no sabemos.
Mientras tanto nuestro país
genera Generaciones de analfabetos, porque ninguno de ellos sabe qué hacer con
la educación, entonces improvisas, con mis hijos, con tus hijos, con los hijos
de todos; pero los de ellos van a las mejores escuelas, con el dinero que
nosotros les pagamos, puntualmente.
Un señor me dice por televisión
que lucha denodadamente contra el narcotráfico, y en ese mismo momento un patrullero pasa por la
esquina de mi casa en el mismo instante que un grupo de muchachos vende
marihuana en ese lugar; y no se detiene, dice que le falta la autorización de
un juez, que a esa hora seguramente esta
cenando en familia, o durmiendo, y aunque tampoco sabemos si es cierto que es
tan necesario.
Otro señor nos dice que el agua
es un derecho, que la nación ha firmado convenciones internacionales sobre eso,
y que se está trabajando para preservar los recursos naturales, para que el
agua sea un recurso para todos, al mismo tiempo que la Barrick Gold vierte
toneladas de cianuro en los ríos, Monsanto, millones de litros de pesticidas
contaminantes que llegan al agua, para no seguir ahondando; mientras tanto
miles de personas mueren de Sed.
En otro lugar nos dicen que hay
una preocupación genuina de la clase dirigente, por el estado en el que se
encuentran los pueblos originarios, que es una preocupación de los legisladores
y de ejecutivo, mientras tanto bandas de energúmenos inadaptados con alguna
protección de vaya a saber quién (gobernante o empresario), matan atropellan,
violan y golpean a nuestros hermanos, pero no podemos intervenir, ellos están
preocupados.
En buenos aires un señor Durán
Barba elogia a Hitler, y a Stalin, dos de los más grandes genocidas de la
historia, le faltaría agregar a Mustafá Kemal, y a Roca, para completar el
panorama de los genocidas, seguramente en otro país hubiese sido detenido por
apología de la crueldad, aquí no, aqui asesora a un posible candidato a
Presidente, y como si fuese poco asesora a algunos miembros de mi propio
partido, un francamente despreciable y penoso acontecimiento.
En la Catedral de Buenos un grupo
de personas que debieron haber sido expulsadas de la Iglesia Católica, irrumpen
en una ceremonia de reconciliación entre Judíos y cristianos, recordando el
momento inicial del holocausto, y como si fuera poco encuentran a un cura
curiosamente e irresponsablemente, ¿chauvinista?, ¿Xenófobo?, ¿Racista?, no,
mejor FASCISTA, NAZI; que termina por
justificar la vileza de la acción, ante el oído atónito de quien lo quiera
escucharlo, haciendo caso omiso de las recomendaciones del Papa sobre el
dialogo inter religioso.
Por otro lado los jubilados
argentinos, principal preocupación de nuestros políticos, están atados un
sistema tan corrupto, que no les permite vivir dignamente, que después de haber
trabajado durante toda la vida, poniendo su trabajo para la mejor vida de las
generaciones futuras, ni siquiera puedan elegir el medico que los atienda, sin
tener que realizar pesados y terribles tramites, que convierten un sistema que
pudiera ser simple y efectivo, en una maraña de tramitaciones Kafkianas
dirigidas vaya a saber por quién; donde el dinero se pierde en los pasillos, en
medio de dames y daretes, propios de un laberinto Borgeano.
En otro punto del país mis
hermanos se mueren de hambre, y sufren el desempleo no tienen a nadie que los
escuche y son usados de rehén por alguien que tiene el suficiente poder de
repartir a discreción planes sociales, y que además les cobra por los favores.
En medio de una villa de
emergencia ubicada al lado de un country club, hay conciudadanos excluidos de
todo beneficio, y de alguna forma, utilizados por todos, políticos,
empresarios, bufones mediáticos, punteros, clubes de football, etc, para los
que hacen de todo menos intentar mejorar su vida para recuperar la dignidad
perdida por imperio de la marginalidad.
Frente a una casa de un millón de
dólares, hay una choza precaria donde en 20 metros cuadrados sin un baño vive
una familia de 6 personas, que sobrevive recuperando basura, y alguien desde un
diario me dice que no hay inmoralidad en la riqueza, pero no me dice que la
inmoralidad consiste en que quien tiene riqueza posiblemente lo haya hecho a
costa de la pobreza de otros, nadie me dice que ésta pobreza seguramente sea la
contracara de los millones de hectáreas de tierra que se distribuyen pocas
manos, solo para citar alguno de los desequilibrios de esta Nación.
Desde el fondo de los tiempos
históricos, Castelli, Belgrano, Moreno me dicen que debemos tomar el destino en
nuestras manos, ser libres, independientes, Ciudadanos solidarios y
responsables, Belgrano, Castelli, Moreno, Alem, Irigoyen, Rojas, Illia,
Larralde, Lebhenson, el propio Alfonsín, nos hablan de solidaridad social,
integración, libertad, democracia, decencia, sacrificio, ética, todas aquellas
cosas que hacen al tejido social de la Nación, aunque mientras tanto veo cómo
se reparten el estado a valor de desguace, entre interminables filas de
funcionarios de todo signo, que han tomado el poder como propio, y decidieron
disfrutar de sus beneficios dándonos la espalda a los ciudadanos.
La historia pasada nos pide a
gritos, ¡Háganse cargo!, ¡sean responsables!, ¡No transen!, ¡No se dejen
avasallar por la prepotencia del poder!, pero nosotros seguimos aquí, sentados
esperando que algo ocurra, adormecidos, como autómatas sin conciencia, que solo
esperamos algo de alguien, ¡que alguien se haga cargo, que alguien haga algo!.
Es necesaria una gran reparación política
en nuestro país, mucho más grande que la que encabezo Irigoyen, Hay que reconstruir
el tejido social que nutre y hermana a
los pueblos, hay que reconstruir la educación, integrar el país, comunicarlo
nuevamente, hermanarnos con nuestros compatriotas, construir nuevamente una
sociedad Justa.
Posiblemente sea necesario un
gran pacto ético entre los ciudadanos, que nos asegure que el país va a ser
dirigido por personas que han sido realmente legitimadas por la sociedad, y que
asuman como una regla personal la obligación de conducirse con ética, que san
moralmente responsables, que se asuman como interpretes reales del deseo de felicidad
de la sociedad, que suma como una obligación cumplir con las obligaciones por
la razón de ser del estado, La felicidad de sus habitantes.
Todo esto requiere que nosotros
como miembros de esta sociedad seamos responsables y artífices de nuestro
propio destino, entendamos que a la hora de gobernarnos,
-La justicia es demasiado
importante para dejarla solo en manos de los jueces
-La ley es demasiado importante
para dejarla solo en manos de los abogados,
-La salud Pública es demasiado
importante para dejarla solo en manos de los médicos,
-La educación es demasiado
importante para dejarla solo en manos de los maestros,
-La Economía es demasiado
importante para dejarla solo en manos de los economistas,
-Gobernar es demasiado importante
para dejarlo solo en manos de los políticos,
Nosotros, los ciudadanos somos los
diseñadores de la nación, porque se trata de nuestra vida, de nuestros hijos,
de nuestro futuro, como dijo alguna vez el Presidente Illia, todos hemos tirado
una piedra, nuestra indiferencia ha sido la más pesada de todas, pero la
sociedad tiene el privilegio de la indemnidad, de no sufrir las consecuencias,
pero esta es la hora en que debemos a empezar por levantarla.
Posiblemente sea un sueño,
posiblemente sea poco posible, pero es mucho mejor intentar construir el sueño,
que negarlo y seguir durmiendo.