martes, 29 de enero de 2013

Porque no a las alianzas


Es importante, por lo menos para quien escribe esto, manifestar claramente por qué he afirmado y seguiré afirmando que la alianza política que proponen tanto el sector que representa Gustavo Posse, por una parte, y el acercamiento del MODESO y ahora del senador Artaza al oficialismo son funestos para la Unión Cívica Radical.

De un lado me han dicho "onanista intelectual", que solo cree en principios y valores que no le importan a nadie, y por el otro "anacrónico" que solo cree en principios y valores que no le interesan a nadie, ¿curiosa coincidencia no?

Por esto me parece que es importante aclaran algunos puntos que pueden servir para la discusión, y entender porque hay imposibilidades reales de lograr acuerdos, en los dos marcos que se proponen.

Por un lado el Sector de Posse pretende meter por la ventana del radicalismo al PRO, así fue que comencé a preguntarme, porqué alguien puede tener tanto interés en permitir la colonización de un partido con nuestra doctrina e historia, si no es por un interés manifiesto de obtener algún beneficio político personal a cambio de prestar la estructura orgánica del radicalismo.

Pero también, me puse a recordar quienes son los actores de este drama, por un lado el Intendente de San Isidro, que ha tenido relaciones extra radicales, con todo el espectro de la derecha política de nuestro país, nada más alejado del pensamiento radical, además con estrechas relaciones con el menemismo, y que, en mi humilde opinión, no es peronista federal porque en su distrito es de mala prensa.

los grupos a los que se pretende introducir, políticamente hablando, representan a todo el espectro neo liberal de la política argentina, ergo derecha, que apoyo a menen durante su aventura presidencial y que desembocó en la peor crisis económica de la historia; que sumió en la pobreza a más del 50 % del país, provocando la peor situación de desigualdad, sumergiendo en la marginalidad a un sector tan grande de la población, situación que el crecimiento económico de los últimos años no pudo solucionar.

Bajo el eufemismo de capacidad de gestión, enarbolado como bandera por los sectores del radicalismo que avalan esta postura, se esconden medidas de gobierno a tomar y posturas políticas que pueden hacer mucho daño a una sociedad demasiado golpeada, como la nuestra, y, de algún modo, una forma de desprecio a la participación popular bajo el argumento de la inmadurez de la sociedad para asumir determinadas responsabilidades.

Detrás de esto existe un profundo menosprecio por la capacidad del pueblo argentino de asumir las responsabilidades que le competen como ciudadanos, desde la coparticipación como jurados en la administración de justicia, hasta el voto a partir de los 16 años, y de algún modo pretende crear una suerte de aristocracia política, donde el inmovilismo de los dirigentes es la característica; Donde, en el fondo, no importa si los dirigentes son representativos o no, solamente son dueños de la verdad y punto.

A estos sectores una democracia abierta, y pluralista, el gobierno basado en la representatividad autentica, un estado gestor, con valores y principios, es una piedra en el camino para los intereses corporativos que representan, y que han representado desde siempre. En cambio de esto nos prometen ejecutividad, ¿pero que es ejecutividad?, ¿eliminar a un sujeto presumido de delincuente, como un acto de justicia preventiva?, ¿eliminar los subsidios universales por hijo?, ¿mantener en la órbita privada todo aquello que debe ser del estado?, ¿olvidarse de la redistribución del ingreso?, ¿terminar con los derechos sociales, conseguidos después de años de lucha?, ¿seguir corrompiendo a los sindicatos, para que la representación obrera siga siendo una quimera?, ¿permitir despidos masivos?, ¿mantener trabajadores con contratos basura?, ¿privatizar encubiertamente la salud, disfrazada de autogestión?, ¿erradicar la pobreza ocultando a los pobres?.

Ya vimos suficiente de la conducta del neo liberalismo en la argentina, no es necesario que vuelvan, no han aportado nada nuevo, porque detrás del discurso de la libertad, se esconde la intención de utilizarla solamente para permitir, procesos fabulosos de acumulación de riqueza, que solamente provocan en empobrecimiento y la sumersión de las grandes mayorías populares, ya lo sufrimos.

Por el otro lado, algún sector ha salido últimamente asumiendo una defensa de las políticas del gobierno, argumentando que se han producido avances de los que no se puede, ni se debe volver atrás, sobre todo en materia social y política.

Es cierto que se ha avanzado en materia social, la asignación universal por hijo es un ejemplo de ello, medida que hubiéramos tomado los Radicales de ser gobierno, no solo coincide con nuestro ideario, fue nuestra idea. Como lo fue la creación del salario mínimo, vital y móvil, que ya nadie discute.

En materia de legislación, se ha hecho bastante también, y se han creado y afirmado instituciones que son necesarias para el funcionamiento del país.

El problema de este gobierno, no son las medidas que se toma sino el aprovechamiento que hace de ellas, convirtiendo todo en parte de una gesta popular, donde lo que se busca es crear un mito sustitutivo, que le permita conseguir las suficientes adhesiones como para crear un unicato, para sostenerse en el poder.

Los méritos de este gobierno en cuanto a las medidas que tomó para reactivar la economía, en su momento, como los avances en el campo social, no se discuten como tales, pero no se han utilizado esta mejoras en el campo social, como la asignación universal, o los planes de argentina trabaja, para lograr una inclusión real de aquellos que fueron desplazados, sino que ha utilizado a los beneficiarios como voluntades cautivas sujetas a los punteros que manejan los planes, en muchos casos, recomendando, por ejemplo, que no colaboren con los municipios, si no son afines al gobierno, y también obligándolos a aportar parte de su ingreso a la conducción local que maneja el plan. Esto es solo un ejemplo, hay muchos más que no vale la pena comentar, porque sería abundar en más de lo mismo.

La oportunidad perdida con esto es muy grande, las mano de obra desocupada, incluida en los planes Argentina trabaja, agrupada en cooperativas, puede ser el vehículo para lograr un crecimiento social, real, del trabajador, incluso convirtiéndolo en gestor de su propio éxito, como parte de un emprendimiento colaborativo, y comunitario.

el déficit más grande del gobierno, es en el campo de la educación, que debiese formar ciudadanos conscientes de su rol dentro del sistema democrático, además de prepararlos para desempeñarse con éxito en los ámbitos, laborales, académicos, o sociales, donde le toque actuar.

En los últimos años, acelerándose desde el periodo menemista, la caída de la calidad educativa ha sido la marca que han dejado los sucesivos gobiernos peronistas, la ley federal de educación destruyó de un plumazo lo que se había construido en más de 100 años, generando un creciente privatización de la educación, en desmedro de la Educación pública, que está muy lejos de ser de excelencia, sino todo lo contrario; no tenemos hoy técnicos formados en escuelas especializadas, el nivel de los estudiantes que ingresan en las universidades es cada vez más bajo, el desmerecimiento constante de la tarea del maestro, y la falta de una correcta contención del educando, debido a que los sucesivos gobiernos peronista ha preferido mantener un nivel educativo bajo, para favorecer con esto a las corporaciones, que pueden acudir en busca de mano de obra, a un mercado laboral cada vez menos calificado, y por consiguiente mucho más barato.

La revolución educativa que supone la inclusión de la computadora en el aula puede ser altamente beneficiosa, si es que se pone el énfasis en educar con calidad y contenido, pero si en realidad lo que se busca es ganar popularidad, a fuerza de encarar una tarea propagandística encubierta bajo la máscara de la inclusión, y lograr el favor de los jóvenes a fuerza de reglar computadoras, habremos perdido la oportunidad más grande que podemos tener de mejorar significativamente la educación.

Por eso es que creo, junto con oros correligionarios, que es necesario afirmar, la identidad partidaria, "enamorando" a la sociedad, para que asuma la necesidad de un cambio, que nos proponga una salida normal de esta crisis social en la que estamos inmersos, donde se ha creado un enfrentamiento ficticio, alimentado por los dos bandos, que parecen ser los que más posibilidades tienen de acceder al poder.

La propuesta radical debe ser Coherente, ética y moral, con propuestas posibles de gestionar, y con contenido, tenemos la necesidad de un presidente (como llamo Kovadlof a Illia) de todos los días, que gobierne con normalidad un país normal, que pretenda fundar a cada rato una nueva nación, sino que perfeccione esta democracia, perfeccionando sus instituciones, que proponga leyes que realmente contengan mejoras visibles para la sociedad, y que afirme la voluntad de lograr la felicidad de la patria, con justicia social, libertad política e independencia económica, con su trabajo diario, y su ejemplo permanente.

Necesitamos de nuevo volver a dar el ejemplo, y no caer en la trampa de los adoradores de la gestión, como filosofía de gobierno, posibilista y sin contenidos, necesitamos seguramente un gobierno que haga lo que debe, y el radicalismo tiene entre sus hombre a quienes pueden hacerlo, pero reafirmando nuestras creencias y nuestra identidad.

Cualquier alianza fuera de esto, es solo fruto de la especulacion de algunos iluminados, mercenarios de la politica, que solo creen en la formula del beneficio personal, por sobre el bien común.