martes, 16 de julio de 2013

La planificacion, herramienta sine qua non de la politica

La planificación es una forma de hacer política que parece estar olvidada dentro de algunos partidos, pero es un ejercicio necesario y permanente, porque de la correcta planificación se puede lograr el desarrollo de una nación.
Esto es válido para cualquier estamento de gobierno del que se trate, puesto que la ciudadanía deposita en los hombros de sus representantes el proceso de gobernar para lograr aquel objetivo para el que los designó, y este es uno de los graves problemas que han tenido los partidos de la oposición a la hora de poder “enamorar” al ciudadano alrededor de una propuesta.
La falta de un proyecto integrador, global y planificado, es siempre advertido por la ciudadanía que es la que determina, quién y, para qué gobierna, así es que actualmente la oposición no ha sabido hilvanar un proyecto que permita reemplazar al actual, puesto que muchas de las propuestas no pasan de ser solo enunciados de buenas intenciones, o una descalificación del espacio de otro; eso por una parte, y por la otra el intento de unir sectores políticos de diferente origen y posición ideológica ha impedido que se pudiesen elaborar propuestas opositoras consistentes y válidas, que se pudieran presentar como una alternativa válida al oficialismo.
Además, de esto y vale decirlo, La UCR ha perdido el liderazgo moral que ejercía sobre gran parte de la ciudadanía, cuando sus dirigentes comenzaron a hacer gala de un exceso de pragmatismo, que banalizó esta forma pura de hacer política, impidiendo que se pudiesen incorporar elementos necesarios para revertir el proceso de desencantamiento de la sociedad para con el radicalismo.
¿Pero que es planificar?; ¿Es solo el intento ordenado de darle a toda la sociedad las condiciones básicas de supervivencia necesarias para que el bienestar sea colectivo y no solo un logro individual?; ¿o se trata de crear las  condiciones de desarrollo económico necesario para que la economía provea de esas condiciones necesarias para la consecución del bienestar?
Planificar es hacer las dos cosas, crear las condiciones básicas para el bienestar general, y promover el desarrollo de la economía, incentivando la educación y la ciencia, estimulando la inversión en materia de industria y de producción de alto valor agregado, con empresas de capital nacional, que vuelquen sus recursos dentro de la economía local, para mejorar las condiciones básicas de crecimiento.
Alguna vez el Che Guevara critico a los técnicos, porque para ellos planificar era planificar la letrina, pero no planificar el desarrollo industrial de las Naciones de América latina, porque en realidad a las empresas cuyos intereses se defendía en la Alianza por el progreso, tenían como premisa la transferencia de recursos desde nuestros países hacia el mundo desarrollado, y las inversiones necesarias para el desarrollo estaban muy lejos de ser reales avances tecnológicos industriales que pusieran a nuestros países en un plano de competencia, embarcando a nuestros países en una aventura liberal que termino en el desastre económico de los 90.
Esa forma de  liberalismo capitalista nos ha dejado una triste enseñanza, el capitalismo necesita pobres, con bajos niveles de educación, porque esto permite establecer un mercado de mano de obra lo suficientemente barata para obtener altas ganancias, privilegiando el negocio financiero por sobre el negocio industrial, restringiendo el acceso de grandes sectores de la población al consumo, posibilitando un proceso excluyente de acumulación de riqueza.
El resultado de la implementación de este tipo de políticas económicas, arrojó como resultado un país con el 50% de pobreza, y una tasa de desempleo escandalosamente alta, donde los costos, debido a los bajos niveles de ingresos con relación a otros países, no permiten establecer márgenes de ganancia adecuados, ni precios óptimos que se adecuen a un nivel de ingresos adecuado a las realidades económicas mundiales, y por sobre todo a la cultura de consumo propia de los argentinos, con productos que en otras épocas estaban al alcance de todos, hoy solo están disponibles para sectores más pequeños de la población.
El desempleo creciente que caracterizo la década del 90, obligo a un estado que establecio este tipo de políticas liberales a disponer de recursos necesarios para el desarrollo, para paliar las desigualdades sociales crecientes que se produjeron en el país, es necesario recordar un hecho, a principios de los 80 era más fácil tener una casa que un automóvil, los valores de la propiedad eran accesibles para cualquiera que tuviese un trabajo estable con un ingreso promedio, esta ecuación hoy invertida, debido a la influencia del mercado, ha hecho casi imposible al sector popular acceder a la propiedad y a la vivienda como bien propio (solo por dar un ejemplo).
En el actual contexto mundial, la planificación es una herramienta esencial de la política, porque el bienestar general deberá ser la consecuencia del desarrollo relativo que el país alcance con relación al resto del mundo, pero este desarrollo relativo dependerá necesariamente de la capacidad de generar valor agregado, que pueda volcarse en el seno de la sociedad.
Este valor agregado dependerá de que el país cuente con una sociedad que haya satisfecho sus necesidades básicas, una sociedad que alcance un grado de capacitación y profesionalización suficiente, una plan industrial lo suficientemente ambicioso que promueva la recreación de una industria nacional, que invierta en el desarrollo de nuevos productos en forma tan eficiente y competitiva, que permita insertarlos en los mercados internacionales, basando su competitividad en la calidad.
Para atacar todos estos frentes es necesario modificar gran parte del comportamiento social, volviendo a crear un esquema social solidario donde, todos puedan ser incluidos e integrados, y que la ayuda estatal no se convierta en un fin, sino en un vehículo para el crecimiento social y el puntapié inicial de la recuperación.
La educación del pueblo es la otra herramienta necesaria para lograr ese crecimiento social, a mayor educación mayores posibilidades de alcanzar los beneficios de un trabajo especializado, que provea al ciudadano de un ingreso acorde con sus necesidades y permita reducir paulatinamente los recursos destinados a la ayuda social, para volcarlos en más y mejor educación.
Lograr el desarrollo de industrias que provean un alto valor agregado a las materias primas, debe ser tomado como un objetivo primordial de cualquier estado moderno, puesto que para lograr el bienestar general se necesita de recursos que solo pueden provenir del valor agregado de la industria, que debe ser eficientemente productiva.
Todos estos frentes deben ser atacados casi al mismo tiempo, porque el tiempo es el factor más apremiante de la realidad política actual, el gobierno ha dilapidado el tiempo que tenía, no solo para corregir los efectos devastadores de la política de los 90, sino para producir un auténtico cambio en el comportamiento de la sociedad.
Ante la opción, el gobierno peronista, eligió tapar los problemas sociales a través del subsidio, y mantener las cosas en un estado neutro, antes que provocar un verdadero crecimiento, y utilizar ese subsidio como el medio para movilizar ese crecimiento socio económico, continuando además con una política que no logra elevar la exigencia educativa, tampoco consigue desarrollar mejores empleos, y tampoco eleva el nivel social que quien lo recibe, promoviendo la existencia de una sociedad clientelar, donde solo se pueda alcanzar cierta estabilidad a través del subsidio, que solo pueda conseguirse con la continuidad del gobierno.
Este esquema de poder actual, va a llegar a su fin, tarde o temprano, y el reemplazo lógico, va a ser el radicalismo, porque es el único partido que tiene, la distribución territorial necesaria, la capacidad intelectual de sus cuadros, y la aceptación social de sus dirigentes, lo suficientemente necesaria como para hacerse cargo.
Pero el éxito de una futura gestión radical, dependerá del planeamiento, orientado al desarrollo nacional, integralmente hablando, que permita trabajar en todos los aspectos de la vida nacional.
Ese gobierno deberá, perfeccionar la democracia, provocar los cambios sociales necesarios para integrar a toda la sociedad, desarrollar la educación y la ciencia, y movilizar la fuerzas económicas orientándolas al crecimiento del país, todo casi al mismo tiempo.
Esto solo será posible si se trabaja previamente en el ejercicio de la planificación, que debe ser nada más ni nada menos que un modelo integral de país para ponerlo a consideración de la sociedad, en la forma de un programa de desarrollo que se convierta en una política de estado, comprendida por la ciudadanía como la única forma de salir hacia adelante.
La argentina deberá convertirse en un país donde las políticas de estado orientadas al desarrollo nacional, no sean víctimas de los vaivenes políticos, sino el plan general de la nación, que nos convierta en líderes y ejemplo ante el resto de las sociedades del mundo.