El discurso de ayer desnuda, una vez más, el ánimo del gobierno de esconderse de la realidad, y como el avestruz, esperar que las cosas pasen, como si los hechos no pudiesen afectar en nada el normal desarrollo de la cosa diaria, y en un discurso dirigido a su militancia personal, pero transmitido para todos (y todas), nos dice lo bien que esta todo, y nos enrostra los logros fabulosos de su gobierno.
Pareciera que la muerte cotidiana no le roza, que los acontecimientos no le alcanzan, que nada puede dañarla en su caja de cristal, custodiada celosamente por "su" militancia personal, que nos advierte de vez en cuando que, no nos metamos con Cristina.
Me pareció bueno expresar mi punto de vista sobre esto de que ellos se quedan con la asignación universal por hijo, con la educación, con los científicos, con la alegría, y el canto, y etc., etc., etc.
Es bueno que los oficialistas que critican la postura opositora de la UCR, o del frente UNEN, reconozcan que nadie de este lado de la oposición está en desacuerdo con las asignaciones por hijo, porque están destinadas a solucionar un problema social real y concreto, que los que vivimos los 90 gobernados por su actual "Socio en el Congreso" (por favor ver las noticias del senado de hoy), vivimos en carne propia, y sufrimos la política de exclusión que dejó a más de medio país en la calle, precisamente durante el gobierno de su partido.
La asignación Universal por hijo fue un proyecto largamente estudiado por la UCR, y alguna vez, el propio Dr. Alfonsín lo defendió, siendo gobierno, porque era parte del mecanismo de redistribución del ingreso, sumamente necesario en nuestro país, que nunca pudo ser tratado porque SU partido en el congreso, defensor del liberalismo neo capitalista, nunca lo permitió.
La Educación, fue la principal preocupación de La Unión Cívica Radical, no de su gobierno, a tal punto que el plan de alfabetización credo por el Dr. Illia, y luego continuado durante el gobierno del Dr. Alfonsín no pudo ser superado por su gobierno, (el de su partido), que en cambio decidió, para ser funcional al sistema económico, destruir el aparato educativo del país que a pesar de sus deficiencias funcionaba, y aportaba al mercado técnicos, y hombres preparados tanto para el trabajo como para afrontar el desafío universitario, que demás está decir durante los gobiernos radicales tuvo altos niveles de excelencia, en materia de ciencias y tecnología.
Excelencia educativa esta que su gobierno, el de su partido, decidió destruir de un plumazo, y el incipiente y necesario desarrollo tecnológico de nuestro país quedo largamente relegado, demás está decir que la destrucción de la educación, fue un plan perfectamente estudiado por el gobierno de su partido, plan urdido por SU socio político en el congreso, y aplaudido por sus amigos, y por Ud., hoy disfrazados de otra cosa, que no es más que la misma cosa pero con apariencia distinta.
La alegría y el canto están bien, nadie puede ser condenado por cantar o por reírse, excepto cuando no hay motivos para cantar o reírse; por lo menos ante la situación en la que su gobierno, el de su partido, nos ha puesto. No se olvide el lector que su gobierno, el de su partido, y de sus amigos, nos enterró en medio de un conflicto de potencias, que no era nuestro, que no tenía replicas en nuestra sociedad, y que culminó con el más tremendo atentado que podía sufrir un país, donde la convivencia racial y religiosa era el orgullo de la ciudadanía, y que su gobierno detrás de un traicionero acuerdo se consagró a encubrir.
También se nos endilga a los opositores el silencio, silencio que la oposición puede elegir, y no es que no haya nada que decir, o que no se pueda decir. Se puede decir mucho sobre la responsabilidad del gobierno, no solo sobre la muerte de Nisman, cuyo homicidio debe ser investigado, resuelto, juzgar a los culpables de la vileza, y que paguen con la cárcel.
Hay muchas muertes más que deben explicarse, y aunque sería muy largo de enumerar, este gobierno, y los gobiernos de su partido deben explicar, las muertes "accidentales", de miembros de la comunidades aborígenes, el avasallamiento de sus derechos, el despojo de sus tierras, la extranjerización de la Patagonia, las muertes por enfermedades que se pueden curar porque se gasta más dinero en publicidad que en medicamentos, el analfabetismo que crece en los bolsones de pobreza, porque la educación no existe, y causa la muerte por ignorancia, las muertes provocadas por la inseguridad, por la soberbia de caudillismo provincial que esconde la desnutrición con el eufemismo del "bajo peso".
Su gobierno que cacarea de revolucionario, no tiene nada de eso, los gobiernos revolucionarios de verdad no enriquecen a sus líderes a costa de la pobreza del pueblo, los gobiernos revolucionarios realizan una distribución autentica de la riqueza, los gobiernos revolucionarios se ocupan realmente de la salud, y de la educción porque saben que verdadera soberanía reside en la sabiduría del pueblo.
El silencio no es solo por Nisman, el silencio debe ser por todos los muertos que su gobierno esconde, detrás de estadísticas maniqueas, y de discursos y gestos ampulosos, el silencio debe ser por una democracia que corre peligro de comenzar a agonizar detrás de la descalificación al opositor, la persecución de quienes piensan diferente, el silencio debe ser por la falta de una justicia verdaderamente independiente que peligra tras la colonización que hacen de ella su gobierno y su partido, que comenzó en los 90, y aún sigue, el silencio es porque su gobierno soberano tras su discurso revolucionario nos entrega a otro imperialismo que desprecia nuestra democracia tanto como el anterior.
Personalmente el 18 marcharé en silencio, no solo por Nisman y en su homenaje, sino por todas la injusticias que su gobierno comete, en reafirmación de mi libertad, y de mi concepción ética de la vida, por la justicia social que este país necesita, por la paz entre nosotros, y no soy por esto un enemigo del pueblo, solo soy alguien que piensa diferente.