viernes, 12 de mayo de 2017

Reflexiones a Propósito de la epoca

Cuando hubo que hacer orden de prioridades, La Unión Cívica Radical tuvo a quien estuvo dispuesto a hacerlo, con la valentia que el momento necesitaba.

Un dirigente que no solo era "prolijo", sino que era Valiente, mas alla de lo que se conoce de el.

Que era un hombre de una claridad meridiana, en cuanto a lo que la política debía darle al país.

Que supo lo que era planificar una gestión, que aplico una estrategia que nos iba a sacar de la postración en la que el país había... caído. 

Que tubo la claridad suficiente para darse cuenta que la Democracia real era el único camino que podía llevarnos hacia un futuro promisorio. 


Que se enfrento de verdad a la multinacionales, poniendo los intereses del país y del pueblo por delante. 


Que sufrió el embate de medios de comunicación que propiciaron y consiguieron el golpe. 


Que a pesar de haber mejorado la calidad del trabajo y del salario en términos reales, recibió la peor respuesta del sindicalismo. 


Que mejoró la educación en términos de presupuesto y calidad, porque entendía que solamente un pueblo instruido podía asumir las responsabilidades ciudadanas. 


Que se enfrento a las potencias hegemónicas manejando una política exterior realmente independiente. 


Que consiguió la única victoria diplomática con relación a la soberanía de las Islas Malvinas. 


Que Valientemente enfrento a los Golpistas que lo derrocaron, que no se llevo nada en los bolsillos el día que fue derrocado. 


Que prefirió trabajar de ayudante de un panadero, antes que recibir la Jubilación de Presidente que por derecho le correspondía. 


Que por su accionar, en lo personal y en lo publico, se lo llama Justamente, Apóstol de los pobres.
Por todo lo que le dio al país, es necesario un justo reconocimiento, y que los argentinos pidamos perdón por no haber comprendido que lo que hizo por nosotros, era solamente un país, con ciudadanos responsables de su destino, y no manejado por "Iluminados", sino con gente como todos nosotros.


Por todo eso humildemente, en nombre de aquello que creo y que forma parte de mis convicciones,  lo único que puedo decir es Gracias Dr. Arturo Umberto Illia, por haber sido el ejemplo de vida que muchos hemos elegido, para nosotros y para nuestras familias,


....y perdón,

..... por no haber aprendido nada.


Carlos Eduardo Gowland.