martes, 24 de febrero de 2015

A los Sres. Convencionales de la Unión Cívica Radical


Desde hace un tiempo hay alguna dirigencia nacional y provincial, que ha presionado incesantemente por arribar a un acuerdo electoral, con quienes otrora no  solo fueron adversarios, sino también enemigos del radicalismo, me parece importante como Militante y Afiliado a la UCR, poner en blanco algunas Ideas.
Cuando adherí a la Unión Cívica Radical, siendo un adolescente lo hice porque desde el partido se proyectaba la imagen de partido de principios, que tenía como norte, no solo la moralización del país sino, la misión de reparar las injusticias que desde hacía más de 100 años que habían sido la moneda corriente del poder en la Argentina.
Era indispensable todavía en aquel momento que un gobierno reparador, como lo había sido el de Yrigoyen primero, y el del Dr. Illia después, asumiera el poder, poniendo al país de pie frente a los desafíos que implicaban los últimos treinta años del siglo XX.
Deba asumir el poder un gobierno que reconciliara y pacificara a la sociedad, que el poder militar había quebrado, generando un estado de violencia, cuya virulencia aumentaba cotidianamente, y que parecía no tener un fin que fuera por lo menos visible, si no se intentaba un proceso de reconciliación, real donde también los responsables de los quiebres constitucionales, y de violencia, fueran finalmente castigados como la ley imponía.
El radicalismo, en aquella época tendía la mano, e inicia ese dialogo necesario, en la hora del pueblo, donde dirigentes de los partidos más importantes indicaban a la dictadura de momento el camino de salida, a la que la dictadura hacia oídos sordos, como era su costumbre.
EL regreso de Perón marca lo que podía ser el fin del conflicto social, todos los argentinos, incluso nuestra dirigencia creía que el regreso del Líder exiliado, pondría fin a tanto desorden institucional, y a tanta violencia política, el abrazo de Balbín y Perón parecía marcar el inicio del camino de reconciliación nacional, tan esperado y necesario para poder iniciar el camino hacia el siglo 21.
Todos los que fuimos testigos de los hechos sabemos que las esperanzas golpearon contra la dureza de la derecha peronista, amparada por su líder, que después de haber fomentado el levantamiento armado, lo condenaba desde los balcones de la rosada, y se dedicaba a perseguir a cualquiera que pensara diferente, peronista, comunista, radical, no importaba, lo diferente era condenable, lo condenable debía ser ultimado; Macri ya hacia negocios con el estado...
Vimos caer a muchos de nuestros correligionarios bajos las botas de ese sector, que cuando se vio agotado y acorralado no les quedo mejor opción que fomentar y alentar el golpe, que de la forma más cruenta que era posible, arremetió contra la democracia, y con la excusa de combatir una subversión ya vencida, se dedicó a secuestrar y desaparecer personas, cometía delitos económicos amparados por la violencia del estado; Macri hacia negocios con el estado...
EL fracaso de la guerra de Malvinas, y la lucha de parte de la civilidad, y de la clase política, donde Alfonsín se convierte en un Adalid de los Derechos Humanos, por su acción incansable en la APDH (ni la presidenta, ni su esposo, participaron jamás de esa lucha) , obligo a la dictadura militar, sumida en el mayor desprestigio imaginable, por los delitos de lesa humanidad cometidos, además de los económicos, y con la sorpresa de muchos, un verdadero demócrata se hace cargo del gobierno, poniendo las cosas en su lugar, y por primera vez en el país, decide enjuiciar a todos los violentos, que habían bañado de sangre la República; permitiendo que los argentinos pudiéramos soñar otra vez con una democracia verdadera, con un gobierno donde pudiera reinar la misma pureza cívica que habíamos visto con Arturo Illia, quien ocupada ya un lugar destacado en nuestra historia civil.
Por aquellos años, el sector mayoritario del peronismo liderado por Luder, avalaba la auto-amnistía, y el perdón general de los delitos de lesa Humanidad, cometidos por tirios y troyanos, durante los años pasados, absteniéndose de participar o avalar los juicio a las juntas, dejando al Gobierno democrático en la más absoluta soledad, en una cruzada donde se jugaba el destino de todos los argentinos; Macri se identificaba con ese sector.
Luego el advenimiento de los 90, produjo un cambio económico tan perverso, y tan dañino, que sumió al país en la pobreza, y con la excusa de la productividad, y del desarrollo de la Argentina, un gobierno peronista destruyó totalmente el aparato productivo nacional, Provocando la desocupación más alta de la historia, los índices de pobreza crecieron exponencialmente, y más de la mitad del país quedo totalmente excluida del sistema económico y social del país; en un periodo de gobierno donde por imitación del poder se propagaba la corrupción, generalizándose hasta los estamentos más  bajos de la política y de la sociedad; Macri hacia negocios con lo más corrupto de ese gobierno, contribuyendo aún más en esa corrupción.
El período Fallido de la Alianza no pudo desarticular todo ese entramado generado en los 90, y su fracaso permitió que el producto de toda esa corrupción terminara por diluirse en una nube de confusiones, de donde pareciera que nunca se terminara por conocer hasta donde llegaron los delitos cometidos, los beneficiarios de esto, fugaban capitales, iban del país, seguían explotando los bienes del estado aumentando su riqueza a expensas de nosotros; Macri era uno de ellos.
Macri es obligado a desprenderse del correo, debiéndole al estado 400.000.000, concursa autopistas del sol, y la deja intervenida por el estado, que se hace cargo de las deudas, es enjuiciado por contrabando, y sobreseído de forma poco creíble.
Al mismo tiempo el descrédito de la política permite que Macri Funde el PRO, rodeándose de los menemistas en retirada, ante un escenario político confuso y desconcertante, donde los mercenarios de siempre, ven que tienen la posibilidad de hacerse de una cuota de poder político; Macri gana en la capital, y hace un gobierno en apariencia prolijo y moderno, efectista, pero que esconde detrás un accionar perverso, Macri defiende el modelo Neoliberal excluyente de los 90, Macri dice que Menem es el mejor presidente argentino, Macri quiere ser como Menem, Macri reivindica a ese peronismo, Macri llena a su Partido de gente proveniente de los retrogrado de la política, todos los ex beneficiarios del Califato de los 90, están dentro de su partido, Macri es también un seductor, de sonrisa amplia y modales desacartonados, que convence a parte de la oposición que no era el, que él no mandaba a espiar (aunque su procesamiento lo desmiente ), que los empresarios amigos que se benefician con su gobierno son limpios y transparentes, que las denuncias de corrupción contra su gobierno son producto de su inocencia infantil, que no tiene nada que ver con lo más condenable de la política, cuando los personajes más repudiables del menemismo están escondidos dentro de su partido son solo producto de la imaginación, que es opositor al gobierno al mismo tiempo que pacta continuamente con FPV en la legislatura de la capital. Es tan seductor que la misma legisladora que se ocupó de denunciarlo por corrupción en más de 20 oportunidades, hoy lo define como un honesto de la política (o es una mentirosa, o está profundamente enamorada del modelo exitoso, o la hipnotizó el color amarillo de los carteles, o la denuncia es su mitomanía).
Algún “inocente”, del partido podrá decirme, pero la Alianza seria con el PRO, no con Macri, como si éste no fuera su principal referente, aunque esto no sería lo grave, lo grave es creérselo.
El Presidente de nuestro partido en sus elucubraciones estratégicas, nos quiere meter por la ventana a estos personajes, creyendo que si se está en un mismo espacio, esta es una especie controlable, sin advertir que la experiencia de la naturaleza nos dice que las especies invasoras resultan ser depredadores incontrolables y voraces, que se comportan como un virus huésped, que terminan fagocitando a su alojamiento.
Creo que demasiados dirigentes de la UCR, están optando por el facilismo triunfalista, y preservador del propio poder, en lugar de velar por los verdaderos intereses de la nación, creo que muchos de nuestros dirigentes se están olvidando de nuestro mandato histórico, creo que las enseñanzas de Alem, Yrigoyen, Lebhenson, Larralde, Illia, Alfonsín, respecto de la identidad política y de a preservación de los principios, que  a muchos nos hicieron radicales, se han diluido en manos de dirigentes cuyas convicciones más profundas encuentran limites poco profundos cuando ven peligrar sus cargos.
No dejo de advertir que es cierto que la UCR ha disminuido su influencia, pero sigue siendo esa religión cívica que tiene en cada pueblo un cura y una iglesia, para preservar su esencia y su influencia benefactora sobre la ciudadanía, es entonces por allí por donde hay que empezar, comenzando a recuperar el partido desde sus mismos cimientos, de sus principios, de su contacto con el pueblo, siendo la causa de los desposeídos, defendiendo al concepto de Nación que divulgamos y defendimos durante 120 años.
Lo demás, la pintura de colores, la promesa vana de éxitos rápidos, la desesperación por el poder, el facilismo, el camaleonismo político, son para otros, no para nosotros, para los radicales hay otra cosa, el camino difícil, la defensa de los derechos arrebatados, la nación libre, justa, la defensa de nuestro pueblo, la patria feliz.
Por último dejo una frase que no es mía, sino del hombre gracias al que entendí, que signicaba aquello de ser radical en todo y hasta el fin, dijo el Dr. Hipólito Solari Yrigoyen: "Se hacen muchos comentarios confusos sobre la posición actual del radicalismo. Por lo general son tendenciosos y son hechos por gente de otros sectores que pretenden presionar para desviar al partido de su línea histórica, de estar al servicio del pueblo. Nada tenemos que ver con las ideas conservadoras ni con los que la representan en el escenario político. Solo los respetamos como adversarios. Si algunos derechistas se han afiliado, han cometido un error y deben acercarse a quienes tienen esas ideas. La UCR no los representa ni los representara."