Desde hace un tiempo hay alguna
dirigencia nacional y provincial, que ha presionado incesantemente por arribar
a un acuerdo electoral, con quienes otrora no
solo fueron adversarios, sino también enemigos del radicalismo, me
parece importante como Militante y Afiliado a la UCR, poner en blanco algunas
Ideas.
Cuando adherí a la Unión Cívica
Radical, siendo un adolescente lo hice porque desde el partido se proyectaba la
imagen de partido de principios, que tenía como norte, no solo la moralización
del país sino, la misión de reparar las injusticias que desde hacía más de 100
años que habían sido la moneda corriente del poder en la Argentina.
Era indispensable todavía en
aquel momento que un gobierno reparador, como lo había sido el de Yrigoyen
primero, y el del Dr. Illia después, asumiera el poder, poniendo al país de pie
frente a los desafíos que implicaban los últimos treinta años del siglo XX.
Deba asumir el poder un gobierno
que reconciliara y pacificara a la sociedad, que el poder militar había
quebrado, generando un estado de violencia, cuya virulencia aumentaba
cotidianamente, y que parecía no tener un fin que fuera por lo menos visible,
si no se intentaba un proceso de reconciliación, real donde también los
responsables de los quiebres constitucionales, y de violencia, fueran
finalmente castigados como la ley imponía.
El radicalismo, en aquella época
tendía la mano, e inicia ese dialogo necesario, en la hora del pueblo, donde
dirigentes de los partidos más importantes indicaban a la dictadura de momento
el camino de salida, a la que la dictadura hacia oídos sordos, como era su
costumbre.
EL regreso de Perón marca lo que
podía ser el fin del conflicto social, todos los argentinos, incluso nuestra dirigencia
creía que el regreso del Líder exiliado, pondría fin a tanto desorden
institucional, y a tanta violencia política, el abrazo de Balbín y Perón
parecía marcar el inicio del camino de reconciliación nacional, tan esperado y
necesario para poder iniciar el camino hacia el siglo 21.
Todos los que fuimos testigos de
los hechos sabemos que las esperanzas golpearon contra la dureza de la derecha
peronista, amparada por su líder, que después de haber fomentado el
levantamiento armado, lo condenaba desde los balcones de la rosada, y se
dedicaba a perseguir a cualquiera que pensara diferente, peronista, comunista,
radical, no importaba, lo diferente era condenable, lo condenable debía ser
ultimado; Macri ya hacia negocios con el estado...
Vimos caer a muchos de nuestros
correligionarios bajos las botas de ese sector, que cuando se vio agotado y
acorralado no les quedo mejor opción que fomentar y alentar el golpe, que de la
forma más cruenta que era posible, arremetió contra la democracia, y con la
excusa de combatir una subversión ya vencida, se dedicó a secuestrar y
desaparecer personas, cometía delitos económicos amparados por la violencia del
estado; Macri hacia negocios con el estado...
EL fracaso de la guerra de
Malvinas, y la lucha de parte de la civilidad, y de la clase política, donde
Alfonsín se convierte en un Adalid de los Derechos Humanos, por su acción incansable
en la APDH (ni la presidenta, ni su esposo, participaron jamás de esa lucha) ,
obligo a la dictadura militar, sumida en el mayor desprestigio imaginable, por
los delitos de lesa humanidad cometidos, además de los económicos, y con la
sorpresa de muchos, un verdadero demócrata se hace cargo del gobierno, poniendo
las cosas en su lugar, y por primera vez en el país, decide enjuiciar a todos
los violentos, que habían bañado de sangre la República; permitiendo que los
argentinos pudiéramos soñar otra vez con una democracia verdadera, con un
gobierno donde pudiera reinar la misma pureza cívica que habíamos visto con
Arturo Illia, quien ocupada ya un lugar destacado en nuestra historia civil.
Por aquellos años, el sector
mayoritario del peronismo liderado por Luder, avalaba la auto-amnistía, y el
perdón general de los delitos de lesa Humanidad, cometidos por tirios y
troyanos, durante los años pasados, absteniéndose de participar o avalar los
juicio a las juntas, dejando al Gobierno democrático en la más absoluta
soledad, en una cruzada donde se jugaba el destino de todos los argentinos;
Macri se identificaba con ese sector.
Luego el advenimiento de los 90,
produjo un cambio económico tan perverso, y tan dañino, que sumió al país en la
pobreza, y con la excusa de la productividad, y del desarrollo de la Argentina,
un gobierno peronista destruyó totalmente el aparato productivo nacional,
Provocando la desocupación más alta de la historia, los índices de pobreza
crecieron exponencialmente, y más de la mitad del país quedo totalmente
excluida del sistema económico y social del país; en un periodo de gobierno
donde por imitación del poder se propagaba la corrupción, generalizándose hasta
los estamentos más bajos de la política
y de la sociedad; Macri hacia negocios con lo más corrupto de ese gobierno,
contribuyendo aún más en esa corrupción.
El período Fallido de la Alianza
no pudo desarticular todo ese entramado generado en los 90, y su fracaso
permitió que el producto de toda esa corrupción terminara por diluirse en una
nube de confusiones, de donde pareciera que nunca se terminara por conocer
hasta donde llegaron los delitos cometidos, los beneficiarios de esto, fugaban
capitales, iban del país, seguían explotando los bienes del estado aumentando
su riqueza a expensas de nosotros; Macri era uno de ellos.
Macri es obligado a desprenderse
del correo, debiéndole al estado 400.000.000, concursa autopistas del sol, y la
deja intervenida por el estado, que se hace cargo de las deudas, es enjuiciado
por contrabando, y sobreseído de forma poco creíble.
Al mismo tiempo el descrédito de
la política permite que Macri Funde el PRO, rodeándose de los menemistas en
retirada, ante un escenario político confuso y desconcertante, donde los
mercenarios de siempre, ven que tienen la posibilidad de hacerse de una cuota
de poder político; Macri gana en la capital, y hace un gobierno en apariencia
prolijo y moderno, efectista, pero que esconde detrás un accionar perverso,
Macri defiende el modelo Neoliberal excluyente de los 90, Macri dice que Menem
es el mejor presidente argentino, Macri quiere ser como Menem, Macri reivindica
a ese peronismo, Macri llena a su Partido de gente proveniente de los retrogrado
de la política, todos los ex beneficiarios del Califato de los 90, están dentro
de su partido, Macri es también un seductor, de sonrisa amplia y modales
desacartonados, que convence a parte de la oposición que no era el, que él no
mandaba a espiar (aunque su procesamiento lo desmiente ), que los empresarios
amigos que se benefician con su gobierno son limpios y transparentes, que las
denuncias de corrupción contra su gobierno son producto de su inocencia
infantil, que no tiene nada que ver con lo más condenable de la política, cuando
los personajes más repudiables del menemismo están escondidos dentro de su
partido son solo producto de la imaginación, que es opositor al gobierno al
mismo tiempo que pacta continuamente con FPV en la legislatura de la capital.
Es tan seductor que la misma legisladora que se ocupó de denunciarlo por corrupción
en más de 20 oportunidades, hoy lo define como un honesto de la política (o es
una mentirosa, o está profundamente enamorada del modelo exitoso, o la hipnotizó
el color amarillo de los carteles, o la denuncia es su mitomanía).
Algún “inocente”, del partido podrá
decirme, pero la Alianza seria con el PRO, no con Macri, como si éste no fuera
su principal referente, aunque esto no sería lo grave, lo grave es creérselo.
El Presidente de nuestro partido
en sus elucubraciones estratégicas, nos quiere meter por la ventana a estos
personajes, creyendo que si se está en un mismo espacio, esta es una especie
controlable, sin advertir que la experiencia de la naturaleza nos dice que las
especies invasoras resultan ser depredadores incontrolables y voraces, que se
comportan como un virus huésped, que terminan fagocitando a su alojamiento.
Creo que demasiados dirigentes de
la UCR, están optando por el facilismo triunfalista, y preservador del propio
poder, en lugar de velar por los verdaderos intereses de la nación, creo que
muchos de nuestros dirigentes se están olvidando de nuestro mandato histórico,
creo que las enseñanzas de Alem, Yrigoyen, Lebhenson, Larralde, Illia,
Alfonsín, respecto de la identidad política y de a preservación de los
principios, que a muchos nos hicieron
radicales, se han diluido en manos de dirigentes cuyas convicciones más
profundas encuentran limites poco profundos cuando ven peligrar sus cargos.
No dejo de advertir que es cierto
que la UCR ha disminuido su influencia, pero sigue siendo esa religión cívica
que tiene en cada pueblo un cura y una iglesia, para preservar su esencia y su
influencia benefactora sobre la ciudadanía, es entonces por allí por donde hay
que empezar, comenzando a recuperar el partido desde sus mismos cimientos, de
sus principios, de su contacto con el pueblo, siendo la causa de los desposeídos,
defendiendo al concepto de Nación que divulgamos y defendimos durante 120 años.
Lo demás, la pintura de colores,
la promesa vana de éxitos rápidos, la desesperación por el poder, el facilismo,
el camaleonismo político, son para otros, no para nosotros, para los radicales
hay otra cosa, el camino difícil, la defensa de los derechos arrebatados, la nación
libre, justa, la defensa de nuestro pueblo, la patria feliz.
Por último dejo una frase que no
es mía, sino del hombre gracias al que entendí, que signicaba aquello de ser
radical en todo y hasta el fin, dijo el Dr. Hipólito Solari Yrigoyen: "Se hacen muchos comentarios confusos
sobre la posición actual del radicalismo. Por lo general son tendenciosos y son
hechos por gente de otros sectores que pretenden presionar para desviar al
partido de su línea histórica, de estar al servicio del pueblo. Nada tenemos
que ver con las ideas conservadoras ni con los que la representan en el
escenario político. Solo los respetamos como adversarios. Si algunos
derechistas se han afiliado, han cometido un error y deben acercarse a quienes
tienen esas ideas. La UCR no los representa ni los representara."