jueves, 12 de enero de 2012

Enigma para radicales

Carlos Gowland

Nuestro problema de hoy, es que hemos sacado al ciudadano del centro de la discusión, ¿qué es la política si no es la herramienta generadora del cambio social?, ¿para qué sirve si el ciudadano deja de ser el centro y protagonista principal de la escena?
Hemos convertido a la política en un mercado donde prima más, el protagonismo del dirigente y los negocios que se puedan hacer a la sombra de un partido, que la ideología.
Él pragmatismo y la lógica del poder que se han aplicado, solamente han servido para disminuir y anular las fuerzas que se gestaban en el seno de la UCR, se ha anulado la discusión política, en pos de un discurso único.
Pero la UCR, guarda en su seno el germen de la Democracia, y esa fuerza interna ha salido a la luz, para demostrarles a los supuestos dirigentes que no importa cuánto se haga, y cuanto se pretenda impedir la semilla del debate político está siempre viva.
Hay quienes ponderan como herramienta de difusión y de acercamiento a la ciudadanía, a la plataforma Radical, que últimamente es solo un mal ejemplo del COPY PAGE, y que en realidad no contiene una posición ideológica clara, ni una idea nueva de lo que se pretende hacer por el país, y solamente es una tímida expresión de deseos.
Los partidos políticos como el nuestro cuando se impide la renovación se dividen y desaparecen, para solo convertirse en un tímido sello de goma, que solo es útil para tejer una pequeña trenza electoral.
Siempre he entendido que la Política implica asumir una actitud ética de compromiso con una idea, y con la sociedad, y que solamente la sociedad puede identificarse con nosotros cuando ve, que esgrimimos valores, ideas, conductas, y demostramos tanto en lo público como en lo privado que ser radical es un modo de asumir la vida, y una conducta de presencia permanente en todos los ámbitos en los que nos movemos.
Ser Radical es un acto de fe y compromiso personal con una idea siempre revolucionaria, demostrar que se puede hacer un gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo, sin abandonar las normas éticas y morales que nos rigieron desde nuestro nacimiento como partido.-
Ser Radical es un acto de entrega permanente y una actitud docente hacia nuestros conciudadanos, es una posición de solidaridad social permanente y una forma de comprender y entender el país, integrado, donde las distinciones sociales, religiosas o políticas solo sean un viejo reflejo de un pasado superado.
No nos sirve de nada una plataforma electoral cuando no hemos sido capaces de comprender al electorado, ni de entender sus necesidades, ni sus ansiedades, cuando vivimos y militamos en un país, golpeado por las dictaduras, las crisis económicas más terribles, la permanente actitud autoritaria de sus dirigentes.
Ser dirigente radical implica, la valentía de no claudicar nunca en la lucha por las ideas, y la generosidad de saber que cuando ha llegado el fin de nuestro camino, debemos dar lugar a los que vengan detrás, para continuar con la obra del radicalismo.
Incitemos a nuestros jóvenes radicales a que sean rebeldes, porque el progreso es hijo de la rebeldía, porque la libertad ha sido hija de la rebeldía, y porque esa rebeldía es la contiene la semilla del triunfo.-
Aprendamos de nuestro pasado, "seamos radicales, en todo y hasta el fin, levantando el espíritu por sobre el medio y el ambiente", "el legado es para las nuevas generaciones ellas sabrán concretar la obra", no son solo palabras lindas de pronunciar, contiene en sí mismas una sabiduría y un designio que Jamás debimos haber abandonado.-